United States or South Korea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tenía yo un deseo apasionado de decir a Elena: Te he comprendido, alma piadosa y tierna. Por descreído que yo sea a los ojos de tu fe, he sentido y comprendo tu divina caridad.

La humanidad, renovando de generación en generación su activa esperanza y su ansiosa fe en un ideal, al través de la dura experiencia de los siglos, hacía pensar a Guyau en la obsesión de aquella pobre enajenada cuya extraña y conmovedora locura consistía en creer llegado, constantemente, el día de sus bodas.

«Parece que dudas si Nos, al ver tu cuidado de castigar con severidad á los pérfidos que fingiéndose cristianos blasfeman de Cristo, lo crucifican con infidelidad judáica, i están pertinaces en su apostasía, pensarémos que lo haces mas por ambicion i codicia de bienes temporales que por celo de la fe i verdad católica ó temor de Dios; pero debes estar cierta de que no hemos tenido ni aun leve sospecha de ello; pues aunque algunas personas han susurrado algunas especies para cubrir las iniquidades de los castigados, no hemos podido creer injusticia tuya ni de tu ilustre consorte, nuestro hijo carisimo.

Hallando en la iglesia muchos Capitanes que se habían recogido para tratar lo que habían de hacer, les dijo mirasen que estaban en la casa de Dios, donde se había de tratar verdad y lo que cumpliese á su servicio y al de Su Majestad, y á la honra y provecho de todos, que era morir por la fe de Jesucristo.

Que qué diría el pueblo de Santa Cruz al ver llevar preso á un pobre religioso porque predicaba la fe.

En vano los chuetas, huyendo de este odio que perduraba a través del progreso, extremaban su catolicismo con una fe vehemente y ciega, en la que influía mucho el terror infiltrado en su alma y en su carne por una persecución de siglos.

Ninguno, si no es insensato, puede negar en esto la fe á S. Agustin, porque era este Santo Doctor enemigo y capital perseguidor de la mentira: sabía cómo habian de observarse las cosas expuestas á los sentidos como el que mejor: refiere un hecho, que si fuera falso, tuviera contra todo el pueblo de Milan, que le daría en rostro la mentira.

No cesaba de leer y releer lo siguiente, que aparecía escrito en el papel que estaba pegado y sellado sobre la cerradura del cofre: «Yo, Gabriel Pérez, escribano público de la villa de Navalcarnero, doy fe y testimonio de cómo el señor Jerónimo Martínez Montiño, recibió cerrado y sellado, como se encuentra, este cofreSeguía la fecha y el signo.

Aunque desde ya podía asegurarse que los que pagarían el pato, si el rumor se confirmaba, serían los justos, los de conciencia, los que de buena fe se hubieran embarcado en la nave negrera del compadre de Su Excelencia.

Concluído el rosario, hizo un fervoroso ofrecimiento. Jamás he oído voz más llena de unción, fervor más puro, fe más firme, ni oración más bella, más adecuada a las circunstancias que la que recitó.