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De aquí surgieron no pocos lances, y aunque algunas mujeres alegaban, para excusarse de cumplir la pragmática, los privilegios ó fueros que gozaban su padre y marido, viendo que tampoco este recurso les daba resultado, y que las gentes de la justicia no andaban tardías en las denuncias, en más de una ocasión excitaban á sus deudos y allegados para que buscaren medios é influencias con que dejar de cumplir lo ordenado por el rey.

A pesar de su mal humor por la aventura en la Universidad y por las persecuciones que le podían hacer sufrir estos pigmeos, de los que era esclavo, Gillespie no pudo contener una carcajada. Después sofocó su risa para excusarse cortésmente: No crea, profesor, que me río de usted. Le estoy muy agradecido para atreverme á tal insolencia.

Lloraba, al excusarse con palabras entrecortadas, mirando las podaderas con ojos de terror, como si le hipnotizase el frío del acero. Venía del escritorio... había velado... estaban en el trabajo del balance... Gano dos pesetas, señores... dos pesetas. No me peguen... me iré a casa; mi madre me espera... ¡aaay!... Fue un alarido de dolor, de miedo, de desesperación, que conmovió toda la calle.

Te pregunto por la otra. «La otra» sólo la había visto de espaldas, pero atrajo momentáneamente su atención por su esbeltez y su aire de señorío. Alteza dijo don Marcos titubeando , era la duquesa de Delille. Un silencio. Y como si con esto le hubiese pillado su príncipe en falta y necesitara excusarse, se apresuró á añadir: Es muy buena con la Infanta.

Mas como al natural lento y espacioso de los indios cualquiera movimiento acelerado era violencia, y en su tarda y escasa inteligencia era novedad tan extraña é inteligible la que se les proponía por concebirla muy contraria á la pacífica posesión de sus casas, sementeras y bienes que tienen muy pegado su corazón, á pocos días de lo que habían prometido á los PP., empezaron á llamarse engaño y excusarse, ya con el poco tiempo que se les concedía, ya con los muchos trabajos que se les prevenían en los caminos en el transporte de sus ganados, bienes y familias, y el más arduo de volver á fabricar nuevas iglesias y casas, y declarándose resistentes, apelaron: unos, á que sería menos malo quedarse bajo el dominio de los portugueses; pero otros, que eran los más, decían claramente no podían creer que el Rey nuestro señor, que por tantas cédulas les había prometido ampararlos en sus tierras y defenderlos de sus enemigos, podía faltar á lo prometido y pasar á quitarles lo que con derecho natural habían adquirido y poseído por más de 130 años, pues para tan riguroso castigo no hallaban haber cometido ninguna culpa contra el Rey, antes, , estaban muy satisfechos de los repetidos servicios con que habían procurado acreditar su obediencia, exponiendo su sangre y sus vidas por defender los dominios de su soberano.

El deber de la disciplina y del honor ¿se extenderá hasta un sacrificio inútil? ¿No seria mejor abandonar el puesto, excusarse á los ojos del jefe con lo imperioso de la necesidad? «No, responde su corazon generoso; esto es cobardía que se cubre con el nombre de prudencia. ¿Qué dirian tus compañeros, qué tu jefe, qué cuantos te conocen? ¿la ignominia ó la muerte? pues la muerte, sin vacilar, la muerte

Y conforme lo iba escribiendo, así lo iba pensando el desdichado, pidiéndole al mismo tiempo a la Virgen de Regla que le sacara en bien de aquel par de tiritos que a la mañana siguiente habían de cruzarse... Porque, claro está, que en aquello estaba ya su honor interesado: era negocio resuelto, pecado cometido de que le era ya imposible excusarse.

Su óptico, M. Luna, apresurose a pedirle mil perdones, enviándole unas gafas nuevas, que se rompieron también por igual sitio antes de transcurrir veinticuatro horas. Otras terceras sufrieron la misma suerte; trajeron por cuarta vez otras nuevas, y les ocurrió en seguida otro tanto. El óptico no sabía ya cómo excusarse.