United States or Algeria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Con voz vibrante llamó á su cochero, que estaba á alguna distancia, y dijo dirigiéndose al jardinero: Hay que llevar este desgraciado al pueblo.... ¡Oh! tía mía, exclamó con angustia Herminia, ¿estará muerto? ¡Muerto! Bah ... no se muere así como así. Está desvanecido.... Un poco de agua en la cara ... vinagre en la nariz y esto no será nada....

Mientras estaba parado en la plataforma de la estación de Pisa, el viejo harapiento, que hacía más de media hora que se había puesto pensativo, exclamó de pronto: Se me ha ocurrido una idea extraña, señor.

Se había parado en el penúltimo escalón, y mirando los billetes envueltos en el periódico, que guardaba en la mano, repuso maquinalmente: La base aquí está, sin embargo, esto ya es algo, esto es mucho... falta el resto, ¿a quién acudir? ¡Dios mío! no se me ocurre nada... De pronto, al poner el pie en el último escalón, la idea vino, clara y precisa... ¡Qué disparate! exclamó.

No lo dudo, mon ami, pero de depende buscarte un par de ellos donde abundan y con tus propios puños. ¡Á tu salud! ¿Pero qué le pasa al menguado ese, que tanto berrea? Referíanse estas últimas palabras al dolorido pintor, que seguía sentado en su rincón y poniendo el grito en el cielo. De repente se levantó y mirando al corro con ojos espantados exclamó: ¡Dios me valga! ¡No bebáis!

El ejército es liberal exclamó Rufete, que no pudiendo estar por más tiempo callado tomó la palabra con estruendo en la primera coyuntura . El ejército se compone de hombres libres que aman el más perfecto de los códigos y aborrecen la tiranía. Dígase Constitución, y el ejército responderá Constitución.

Ya, ya; no me digas más. Pues bien, el asunto se había ido poniendo tan serio, las pretensiones de los mocitos crecieron a tal punto, que ya le injuriaban y le amenazaban cuando no soltaba los cuartos. Por fin, uno de ellos le disparó un tiro... ¿Qué dices? exclamó don Germán.

¡Calle el ventero! exclamó furioso ya el noble inglés. Ó mejor, id á decir á ese tan formidable caballero que aquí está y aquí se queda el barón León de Morel, porque así le place y sin que él ni nadie sea osado á impedírselo. ¡Id!

Hay maridos tranquilos, que tienen la piel dura... que no son muy aprensivos... Vamos, maridos sin vergüenza exclamó Rosa León. Los comensales rieron y la condesa también. A esta clase de maridos no se les hace ningún daño. Pero hay otros susceptibles, de una sensibilidad exquisita y a éstos una falta que en misma tiene tan poco valor puede herirles de muerte.

Allí no había más cuentas que las del Gran Capitán y una persona sin conciencia, que quería enriquecerse a costa de los herederos. Esto no lo puedo yo tolerar exclamó Bernardino, fuera de .

¡Valor, Godofredo! ¡Valor, hijo de mi corazón! exclamó la prendera. Pero la buena mujer estaba tan necesitada como él mismo. No bien pronunció estas palabras tuvo que sacar el pañuelo para secarse las lágrimas. Ambos permanecieron silenciosos bastante rato. Al fin aquélla, enjugándose bien los ojos y sonándose con estrépito, dijo: Pero ¿cómo fue eso, hijo querido? ¡Explíquemelo! ¿Cómo fue?...