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Los que corrían hacia él vieron en primer término la cúspide de su cabeza, y saliendo de ella un hilo de sangre que serpenteaba entre la hierba. Inmediatamente esta cabeza quedó invisible, pues todos se agolparon en torno al cuerpo caído, inclinándose para escuchar al médico, que lo examinaba con una rodilla en tierra.

Las señoras ya no viven en la casa... Las señoras han partido de repente con Karl, su empleado. Y explicaba el resto de esta huída con una sonrisa hostil y maligna. Comprendió Ferragut que no debía insistir. La mujerona estaba furiosa por la fuga de las damas tedescas, y examinaba al marino como un presunto espía, bueno para una denuncia patriótica.

El proverbio dice que quien prueba mucho no prueba nada, y esto ocurría a doña Luz no bien demostraba que, no sólo el Padre estaba enamorado de ella, sino que ella estaba enamorada del Padre. Se examinaba el alma, se interrogaba el corazón, y como le respondían que no amaban al Padre, volvía a creer que sólo su presunción podía hacerle imaginar que el Padre la amase a ella.

Nada me sorprende de ; eres cura dijo encarándose con Tirso, al par que examinaba a su padre la frente pero, ¡vosotras!... Hijo, no creí que fuese tan tarde. ¡Parece que ya no eres mi madre! añadió dirigiéndose a Leocadia no volverás a salir sin permiso mío. Ordeno y mando. ¿Sin permiso tuyo? ¡Tiene gracia!

Otras veces dirigíanse a la estación del Empalme, si se anunciaba algún encajonamiento de toros para las plazas que daban corridas extraordinarias a fines de invierno. Doña Sol examinaba curiosamente este lugar, el más importante centro de exportación de la industria taurina. Eran extensos corrales inmediatos a la vía férrea.

Arrancaba delicadamente una ramita y, aplicando el ojo a la lente, examinaba con atención sus particularidades morfológicas. No sólo los grandes árboles añosos, que bordaban el paseo, eran objeto de su atención investigadora.

Y el juez, a cada momento más impresionado al ver que la fisonomía moral del joven era muy distinta de la que él le había atribuido guiándose de sus propios recuerdos y de la reputación que aquél tenía, examinaba mentalmente la eficacia de la prueba moral que por fin precisaba el acusador. Si era cierto lo que decía, si la muerta le había amado, la acusación parecía ya menos improbable.

Pero a la segunda misa observole distraído e inquieto. Iba de un lado para otro, examinaba los altares y las imágenes como si estuviera en un museo. Esto la disgustó, y tal fue su incomodidad, que no se atrevió a comulgar aquel día, porque no se encontraba con el espíritu absolutamente sereno y limpio.

A los catorce años era Gonzalo un muchacho espigado y robusto, que estudiaba en el colegio privado de Sarrió la segunda enseñanza y se examinaba todos los años en la capital, obteniendo ordinariamente la calificación de bueno y una que otra vez, muy rara, la de notablemente aprovechado.

Maltrana examinaba mentalmente esta avalancha de miserias, odios y desesperaciones, que podía transformarse en un ejército. ¿Qué le faltaba a la horda?