United States or Bouvet Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Al lado del indio, y evidentemente en compañía suya, había un hombre blanco, vestido con una extraña mezcla de traje semi-civilizado y semi-salvaje. Era de pequeña estatura, con semblante surcado por numerosas arrugas y que sin embargo no podía llamarse el de un anciano.

El violento palpitar de su seno, cortándole la respiración, apenas le permitió decir: «No quiero nada, no quiero nada». Evidentemente, referíase al contenido de la cajilla. Joaquín corrió tras ella, diciendo: «Formalidad, formalidad». Pero la de Rufete, valiente y decidida, trató de abrir la puerta. Estaba cerrada.

Ella tenía las llaves en su poder, y deseaba hacer esto antes de que ese hombre odioso ocupase su puesto. Esta indicación, inventada evidentemente como excusa, me pareció que debía efectuarse sin más demora; pero era tan claro que deseaba ir sola, que al principio vacilé ofrecerle mi compañía.

Evidentemente mi cariño no estaba completo: le faltaba uno de los tributos del amor, no el más peligroso, pero el más feo. La vi asediada y me acerqué a ella. en torno mío frases que me abrasaban: sentía celos. Nunca se confiesa estar celoso; sin embargo, no eran aquéllas sensaciones que pudiera yo confundir.

Confesemos, sin embargo, que lo que hay que leer es un artículo que no está escrito. Leer palabras y más palabras lo hace cualquiera, y toda la dificultad, si puede cifrarse en alguna cosa, se cifra evidentemente en leer un papel blanco.

Después de un corto momento de inquietud, respiró... nadie, evidentemente nadie, había notado que él dormía. Enderezose, estirose prudente y lentamente... ¡Se había salvado!... Un cuarto de hora más tarde, las dos hermanas acompañaban al cura y a Juan hasta la pequeña puerta del parque, que daba a la aldea, a un centenar de pasos del presbiterio.

Lo convencional, lo falso, lo amanerado no es doctrina de ninguna escuela, sino práctica funesta y viciosa de muchos artistas, que pueden caer en ella hasta por el camino del naturalismo. La cuestión, evidentemente, no está puesta ni puede ponerse entre la verdad de un lado y la falsedad de otro.

Celestina practica la piedad actual, que exalta a los santos de moda con detrimento de los demás. ¡Pobres antiguos santos!... Estos son precisamente mis preferidos. Exceptuando el cuarto de Celestina, ¿está todo esto al gusto del día? Para una mujer mundana, no, evidentemente.

Evidentemente si su estado de noviazgo debía prolongarse, no podía continuar aquella vida de anacoreta.

Tal es la opinion casi universal que los hombres serios tienen en Europa respecto de la política y los hombres de Hispano-Colombia; opinion errónea y evidentemente sofística, pero profundamente arraigada. No espereis que un frances de la nueva escuela piense de otro modo. El Sr.