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El oido percibe el sonido, que no es esencial á los objetos sonoros; el tacto distingue lo frio, caliente, duro, blando, áspero, igual, ó desigual de las cosas, y no el verdadero ser de ellas; porque para nuestra conservacion basta esto, y no es necesario lo demas.

Luego se vio que no era peligro ni sistema, ni siquiera novedad, pues todo lo esencial del Naturalismo lo teníamos en casa desde tiempos remotos, y antiguos y modernos conocían ya la soberana ley de ajustar las ficciones del arte a la realidad de la naturaleza y del alma, representando cosas y personas, caracteres y lugares como Dios los ha hecho.

Esta circunstancia es más importante de lo que parece, si recordamos que la danza desempeñaba papel principal en el drama griego, y que contribuyó á su perfección, formando después en su edad de oro parte suya esencial.

El asunto proviene en lo más esencial del Orlando innamorato, de Boyardo, tomo II, cap. 1.º, 70 y siguientes, y de Ariosto, 36, 26-28, 59 y siguientes; y, aunque con muchas variaciones, hacen sospechar que Calderón no bebió inmediatamente en las fuentes indicadas, sino en libros españoles, en los cuales se desenvolvía la tradición primitiva.

No es además la simple presencia del objeto lo que nos afecta; son necesarias distintas condiciones; como por ejemplo, el recuerdo de un beneficio ó de una injuria, la idea de sus padecimientos etc.; con lo cual se echa de ver que hay una diferencia esencial entre estas dos clases de impresiones.

GÓMEZ. ¡De ninguna manera! No somos de la misma familia. ¡Además, yo no ni coger una espada...! EUSTAQUIO. ¡Bah! Ya le enseñaré a ponerse en guardia. No lo matarán. Apenas le herirán levemente. ¡Y esto es lo esencial! Mi amigo riñó ayer con un borracho... EUSTAQUIO. ¡, ! ¡Ya lo ...! ¡En el cabaret de Lutecia...! PRUNE. ¿Cómo se ha enterado usted...?

§ II. Efectos fisiológicos. La accion de la alúmina produce á la larga una diátesis asténica que no solo escluye el eretismo como elemento esencial, sino que le encadena y evita.

Se animan y andan, y a medida que accionan y discurren se advierte en ellos las modalidades de sus tendencias, de sus estados de alma, según las condiciones que los determina. Son seres reales, por eso viven en la novela, porque antes vivieron en la realidad, donde fueron sorprendidos. De pronto parece que se va a dar con ellos. Tal es la impresión de su verdad esencial.

En materia de amor lo principal es el amor, verdad harto inocente que sólo desconoce la casamentera. Todo lo demás es circunstancial y accesorio. Fortuna, belleza, equivalencia de posición social, todo es inútil si falta lo esencial, la reciprocidad de un intenso afecto, la afinidad de las almas, la adhesión recíproca de los corazones.

Ya fuese empleando un método ingenioso y secreto o caminando por ignorados atajos, ya fuese por preciosa capacidad nativa, ello es que Tiburcio a los dos o tres días de oír hablar cualquier idioma, se penetraba de su organismo, se enseñoreaba de sus formas y leyes gramaticales, atesoraba en su feliz memoria cuanto había de esencial y de radical en su léxico, y se soltaba a hablarle correcta y lindamente y con muy buena pronunciación, como si no hubiera hecho otra cosa en toda su vida.