United States or Cuba ? Vote for the TOP Country of the Week !


Días después, al cruzar las Cuatro Calles en compañía de Domingo de Aguirre, poco antes del toque de oraciones, vio venir, a lo largo de la Calcetería, una vistosa procesión con mucho ruido de atabales y ministriles. Es el pregón del Santo Oficio que viene anunciando el auto de la fe exclamó el espadero. Si vuesa merced lo desea podemos aproximarnos.

Catálogo razonado, biográfico y bibliográfico, de los autores portugueses que escribieron tn castellano, por D. Domingo García Pérez, Doctor en Medicina y Cirujía, antiguo Diputado de la nación portuguesa por la ciudad de Setubal. Madrid, 1890.

Y el simple Vara de palo hizo un gesto escandalizándose de sus palabras. Después continuó: Este señorito, aquí donde lo ves, no está contento con su estado, y eso que, siendo casi un mocoso, ocupa el cargo que su pobre padre no pudo conseguir hasta los treinta años. Quiere ser torero, y hasta un domingo se atrevió a salir en una novillada en la plaza de Toledo. Su madre bajó desmelenada como una Magdalena a contármelo todo, y yo, pensando que su padre había muerto y me correspondía hacer sus veces, aguardé al señor cuando volvía de la plaza echándolas de guapo, y lo arreé desde la escalera de la torre hasta su habitación con la misma vara de palo que me sirve en la catedral.

Vienen los libros a ser, irremisiblemente, la vida de aquellos seres, que, prontos a dejar de vivir, desean vivir en otras edades. Domingo, 26 de junio de 1825. ¡Qué largo tiempo transcurrido sin escribir una sola línea en este libro!

No es que me importe, nada de eso... lo único que quiero es tenerla una vez entre los brazos... porque ... ¿Qué se habrá figurado la grandísima tontaCapítulo XV Donde se ve que cuando el hombre tiende la red, ya está pescando la mujer El día en que don Juan vio a Cristeta en el Retiro, fue domingo.

En cuanto a continuó Domingo, he seguido, demasiado tarde, con menos mérito, menos valor, pero con igual fortuna, el ejemplo que ese corazón sólido me había dado casi en el comienzo de su vida. Había comenzado por el reposo en las afecciones, sin turbulencias y ha terminado lo mismo que empezó.

Padre, hoy está usted de mal humor; es porque no ha podido decir misa en el altar de la Concepción como otras veces. Tiene usted ojeras; bien se ve que se ha pasado toda la noche rezando. Ya por qué dijo la misa el domingo más tarde: esperaba que llegase doña Eloisa. Ese alzacuello le aprieta a usted mucho. Está usted incómodo. ¿Quiere que yo se lo arregle?...

No menos extraña es la titulada El serafín humano, en la cual se refieren historias de varios santos, como Santa Clara, Santo Domingo y San Francisco de Asís: las visiones extáticas del último se representan también en el teatro. Iguales rarezas se observan en San Nicolás de Tolentino.

Llegada la tarde del domingo, se fue Miguel a los Campos y entró en la plaza, que ya estaba más que mediada de gente, casi toda de categoría: los lidiadores pertenecían en su mayor parte a la aristocracia. Había en los palcos una muchedumbre de niñas bonitas, ostentando la blanca mantilla de encaje y la peineta: los tendidos de madera estaban poblados de caballeros elegantemente vestidos.

A la derecha é izquierda del atrio están sobre cartelas á la altura de seis palmos Santa Engracia y Santa Mana Magdalena, estatuas del tamaño natural bastante regulares. En los lienzos contíguos al pórtico hay dos grandes cuadros al oleo, mal egecutados; el de la derecha representa la venida de Nuestra Señora del Pilar y el de la izquierda Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo.