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Ni siquiera lo presumo; pero si pudiera pagar de igual modo todas mis deudas... ¿Debe usted algo más? Casi el doble de lo que he pagado, o, mejor dicho, de lo que han pagado por . Y si, quienquiera que haya sido, se presentara nuevamente para continuar la liquidación, le ruego que me avise. Lo haré con mucho gusto.

Al estudiar tambien la actitud de la jóven que está de pié á su lado; al estudiar aquel aire confuso y vacilante, como si se hallase cercada por la mirada ávida del viejo, semejante á la cierva que oye gritos por todas partes y no sabe de qué modo huir, ni á qué punto correr: al estudiar el efecto admirable con que inclina la mano derecha que tiene la taza, mientras que la taza se ladea y va á verterse el chocolate; al comprender aquel doble efecto de la mano, doble digo, porque su inclinacion procede tanto del peso natural del plato y de la jícara, como de aquella especie de aturdimiento que la atribulaba: al contemplar estas figuras un hombre dotado de la emocion del arte, no puede menos de llegar á la evidencia perfectísima de que ni la escultura ni la pintura harian más.

Que no tiene ahora una seda tan doble en ese color, pero que si la señora quiere enviará por ella. ¡Puf! Para ese viaje no necesitamos alforjas.... ¿Y en La Perfección? , señora. Que el sábado enviarán los gorros. ¿Has preguntado cómo seguía el padre Miguel? No he tenido tiempo.... ¡Está tan lejos!... ¿Cómo lejos? ¿Pues no has ido en coche?

Todos mis recuerdos están concentrados en ella, pues no puedo, como la mayor parte de las niñas, cifrar mi vida en la visión de un alegre hogar atestado de niños pequeños y protegido por la doble ternura de un padre y una madre... Tenía, sin embargo, amiguitas que iban a jugar y a reír conmigo; pero detrás de aquel cuadro de cándida alegría, veo siempre aparecer la sombra melancólica del largo velo de la abuela.

Cada oscilación es una invitación a la sensualidad, que aparece allí bajo la forma más brutal que he visto en mi vida; se acercan al compañero, se estrechan, se refriegan contra él, y el negro, como los animales enardecidos, levanta la cabeza al aire y echándola en la espalda, muestra su doble fila de dientes blancos y agudos.

No daría su expedición por el doble de lo que le ha costado... Lo único que siente es no llevarse la gorra atravesada por la bala del vigilante. ¡Qué trofeo para un hombre pacífico!... Pero aquí tenemos á nuestro capitán... Un joven rubio, de cara sonrosada, se adelantó hacia ellos. Tragomer dijo: M. Edwards, presento á usted á mi amigo el conde de Freneuse.

¡A ver si hay silencio! gritó el empleado imperiosamente. Todos quedaron inmóviles, con la vista baja, pero vagando en su boca una sonrisa, como si les divirtieran muchísimo los incidentes de su vida de encierro. El empleado siguió designando por sus nombres a la doble fila de pillos.

Afírmase entonces en su resolución; examina bien la pared, hace que lleven la carta al Rey, y se queda tan tranquilo como si nada hubiese sucedido, y hasta consuela á su esposa, aunque con palabras de doble sentido. Blanca se retira á su aposento para escribir á su padre, y un criado anuncia que el Rey vendrá en breve en respuesta á la carta recibida.

Y así venía la noche en que los temores, adquiriendo doble proporcion, parecían convertirse en realidades. Julî temía el sueño, temía dormirse, pues su sueño era una continuada pesadilla. Miradas de reproche traspasaban sus párpados tan pronto como los cerraba, quejas y lamentos barrenaban sus oidos.

Ahora bien, como era incapaz de efectuar la doble operación de juzgar fríamente la situación y de encontrar palabras de consuelo para aliviar el pesar de la joven, no supo qué decir, y se contentó con dar a su fisonomía de hombre de mundo bien educado, una expresión de compasión.