United States or British Indian Ocean Territory ? Vote for the TOP Country of the Week !


»En todos nuestros discursos dimos muy lejos de la verdad del caso; y así, todo nuestro entretenimiento desde allí adelante era mirar y tener por norte a la ventana donde nos había aparecido la estrella de la caña; pero bien se pasaron quince días en que no la vimos, ni la mano tampoco, ni otra señal alguna.

Los discursos de Castelar leídos en las reuniones nocturnas, con sus maldiciones al pasado y sus himnos a la madre, al hogar, a todas las ternuras que emocionan el alma simple del pueblo, hacían caer más de una lágrima en las copas de vino.

No le remordía la conciencia. Su conducta con Fray Miguel había procedido de la intención más sana. Sin duda Fray Miguel pensó lo mismo, después de la larga pausa y de la mirada escrutadora. No quiso, sin embargo, hablar más. Se levantó de la silla, tomó su lámpara, pronunció un Dios te guarde, inclinando la cabeza, y se volvió a su celda sin más explicaciones, preguntas ni discursos.

Decian unos que los Griegos oprimidos de la gente militar se habrian conjurado, y tomado las armas para alcanzar su libertad; otros que atravesando aquel angosto espacio de mar los Turcos, acometian sin duda á nuestros cuarteles; pero en esta variedad de discursos jamás pudieron atinar la verdad de caso tan inhumano.

Por todo, no vuelva usted.... ¡Prométame que no volverá a idear quitarse la vida, que puede emplearla tan bien!... Si yo supiese de discursos, y fuese sabia como el Padre Urtazu, lo diría mejor, pero usted me entiende.... ¿verdad que ? Prométame usted... no volver... no volver....

Y tranquilo ya sobre este punto, Simón refirió a su mujer cuanto había ocurrido en la junta que acababa de celebrarse en la Casa de Ayuntamiento recargando un poquillo los colores, a fin de que resultasen más justificado su enojo y de más efecto sus discursos, que repitió al pie de la letra.

Lo que no se explicaba es que don Braulio no tratase de vengarse del Condesito de cualquier modo que fuese. Entre tanto, ¿qué iba él a hacer, qué iba a decir en casa de doña Beatriz? Después de reflexionarlo, formar varios planes y componer mentalmente varios discursos, determinó dejarse guiar de la inspiración del momento e improvisarlo todo. Así llegó a casa de don Braulio.

Contó todas las dichas y todos los pesares que le había dado. Todos sus discursos se referían a ella, así como todas sus preguntas: la quería a todo precio y empleó la astucia de una tribu india para descubrir su dirección. La llegada inesperada de aquella ruina viviente fue un serio dolor para Germana y una cruel enseñanza para don Diego.