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Esta más pequeña estaba dentro del castillo. Sin tener más agua que ésta nos encerramos, con darse de ordinario 5.500 raciones, sin mucha otra gente á quien no se daba ración. El Capitán de las galeotas del Duque vino á D. Alvaro á pedirle de comer para la gente dellas ó licencia para irse.

Hase hecho en el segundo patio de las casas del Tesoro un Teatro, donde vean SS. MM. las comedias como se representan al pueblo en los corrales que están deputados para ello, porque puedan gozar mejor dellas que quando se les representa en su sala, y así han hecho alrededor galerías y ventanas, donde esté la gente de palacio, y SS. MM. irán allí de su camera por el pasadizo que está hecho, y las verán por unas celosías

Esta fué de Davis, muy entendido, Que á vuelta del Estrecho se ha quedado Con tres naves, las dos se han sumergido Que cosa alguna dellas no ha escapado: De su saber Davis bien se ha valido, Y del temor las fuerzas ha sacado, Escapa con la maña mas que pudo De aquel contrario tiempo, fuerte y crudo.

La patrona de Sicilia y otras dos galeras de las de aquel reino se perdieron muy ruinmente por desampararlas, así los capitanes dellas, como los de infantería que iban allí con sus soldados, aun encallado tan cerca del fuerte que no podían llegar á ellas sino con esquifes, porque la artillería dél hacía estar á largo las galeotas de los turcos que las habían seguido.

"Tu madre, hijo, se llamó la Montiela, que después de la Camacha fué famosa; yo me llamo la Cañizares, si ya no tan sabia como las dos, a lo menos de tan buenos deseos como cualquiera dellas.

La gente labradora, que de suyo es maliciosa, y dándole el ocio lugar es la misma malicia, lo notó, y contó punto por punto sus galas y preseas, y halló que los vestidos eran tres, de diferentes colores, con sus ligas y medias; pero él hacía tantos guisados e invenciones dellas, que si no se los contaran, hubiera quien jurara que había hecho muestra de más de diez pares de vestidos y de más de veinte plumajes.

ABIND. Aquí en el brazo saqué La que más me duele dellas. ¡Oh, mal trazada alegría! ¡Triste! ¿Qué haré? NARV. ¿Qué cuidado Os tiene tan lastimado? ABIND. ¡Ya os perdí, señora mía! ¡Gloria mía, ya os perdí! Dulce Jarifa, mi bien, ¡Ya os perdí! NARV. A mi casa ven; Serás preso y dueño allí. Pero holgárame en estremo Saber tu pena importuna; Que esto de guerra es fortuna, Que mañana por temo.

Comenzó a probar el angélico caldedero una y otra de un gran sartal que dellas traía, y yo ayudalle con mis flacas oraciones. Cuando no me cato, veo en figura de panes, como dicen, la cara de Dios dentro del arcaz; y, abierto, díjele: "Yo no tengo dineros que os dar por la llave, mas tomad de ahí el pago."

Dende á dos años que allí vino Mango Capac, murió su compañero Ayar Auca, y quedó la mujer en compañía de las demás de Mango Capac, sin que en ella hobiese habido hijo ninguno de Ayar Auca, y ansí, quedó solo Mango Capac con su mujer y las otras tres de sus compañeros ya dichos, y sin que tuviese que ver con ninguna dellas para en cuanto á tenellas por mujeres propias, sino con la suya propia; en la cual, dende á poco tiempo hubo un hijo, al cual hizo llamar Sinchi Roca. Y siendo ya Sinchi Roca mancebo de hasta quince ó diez y seis años, murió su padre Mango Capac, sin dejar otro hijo sino fué este Sinchi Roca.

-A no haberle añadido esas puntas y collar -dijo don Quijote-, por solamente el alcahuete limpio, no merecía él ir a bogar en las galeras, sino a mandallas y a ser general dellas; porque no es así comoquiera el oficio de alcahuete, que es oficio de discretos y necesarísimo en la república bien ordenada, y que no le debía ejercer sino gente muy bien nacida; y aun había de haber veedor y examinador de los tales, como le hay de los demás oficios, con número deputado y conocido, como corredores de lonja; y desta manera se escusarían muchos males que se causan por andar este oficio y ejercicio entre gente idiota y de poco entendimiento, como son mujercillas de poco más a menos, pajecillos y truhanes de pocos años y de poca experiencia, que, a la más necesaria ocasión y cuando es menester dar una traza que importe, se les yelan las migas entre la boca y la mano y no saben cuál es su mano derecha.