United States or United Kingdom ? Vote for the TOP Country of the Week !


, discurre; porque toma á su servicio al entendimiento, y este le proporciona todo lo que necesita. Y en este servicio no deja de auxiliarle á su vez la misma ira; porque las pasiones en sus momentos de exaltacion, fecundizan admirablemente el ingenio con las inspiraciones que les convienen.

La vaca, el carabao, la cabra, el jabalí de monte, el casero y el llamado mantequero, abundan bastante en aquellas regiones; habiendo asimismo jabalíes y venados en grandísimo número, en las islas del Norte, principalmente en Agrigan y Saipan, en donde se comprende perfectamente su fomento, teniendo en cuenta lo escaso de la persecución, y los millones de cocos que la falta de beneficio deja en abandono, cayendo de la palma al empuje de otra cosecha, que á su vez caerá como la primera en fuerza de la madurez ó de los fuertes vientos, para servir de alimento á los animales ó para pudrirse con el tiempo y las aguas.

» Mire usted, tío repuso Antonia interrumpiéndole, todo eso que usted me dice, no deja de ser, y así lo reconozco, muy noble, y muy hermoso y yo no puedo menos de darle por ello las gracias más cumplidas.

Leonido desembarca con su compañero; deja su escudo y su armadura cerca de una caverna de la ribera, y sale en busca de guarida. Marfisa, vestida de pieles, sale á su vez de la caverna; ve las armas, y experimenta un sentimiento vago y agradable; pero el viejo encantador Argante la arrastra á la fuerza á la gruta.

En efecto se manifiesta enamorado de una joven plebeya totalmente inocente y sencilla, que vive pobremente con su madre y que se deja seducir luego. Faust se cansa del amor de Margarita lo mismo que de todos los goces de la vida. No hay nada mas hermoso en aleman que los versos en que manifiesta a un mismo tiempo el entusiasmo de la ciencia y la saciedad de la dicha.

No de otra manera que viéndolas: se parecen en todo, no sabriais decir en qué discrepan; pero hay alguna cosa que no las deja confundir: á la primera ojeada lo percibís, sin atinar lo que es. aquí todo mi pensamiento.

Os habéis, pues, hecho cargo del almo júbilo con que se ríe el Todopoderoso en aquel pedazo de cielo que deja transparentarse la gloria desde el Guadiana hasta el Segura, y desde Sierra Morena hasta los dos mares: habéis respirado aquel aire tibio y balsámico, que difunde, en Abril como en Diciembre, el aliento de nuevas rosas; habéis contemplado aquellas matizadas vegas, patrimonio á la par de Flora y Ceres, aquellos cármenes y huertos que no ensoñó Babilonia; aquellos bosques de naranjos y limoneros, como los imaginados por la Fábula; aquellos inmensos olivares y pomposas viñas que absorben y dan por fruto la luz y el calor del sol; aquellas costas en que tienen colonias las palmeras de Oriente y los plátanos de Occidente, y aquellos mitológicos ríos que desaparecen leguas y leguas bajo la fresca bóveda que tejen el arbolado y las malezas de sus fértiles orillas: habéis doquiera recibido la descarga eléctrica, ó sea la conversación, de aquella raza vívida, locuaz, entusiasta, turbulenta, que es á un tiempo sentimental y festiva, infatigable y perezosa, y os ha causado asombro y hasta miedo tanta gracia, tanto fuego, tanta poesía como brotan incesantemente de aquellas bocas siempre llenas de réplicas felices, de chistes rapidísimos, de embustes ingeniosos, de áticas sales, de donosas comparaciones, de atrevidas hipérboles, y de más retórica, en fin, para todos los casos y todos los gustos, que enseñaron Aristóteles, Horacio, Cicerón y los mismos Santos Padres! ¡Y allí, por último, ha surgido ante vuestros ojos, como una sílfide, como una llama de colores, como una tentación viva, la Eva morena, la Elena romántica, la Venus católica y vestida, la mujer andaluza, para decirlo de una vez....., superstición de britanos, locura de franceses, chochez de rusos y alemanes y perdición de los españoles!

Qué más da, qué más da... deja... deja... así, más, que te duela, que te duela con gusto. Hubo un silencio que no se empleó más que en mirarse los ojos a los ojos, y en gozar ambos del dolor del cuello de Bonis doblado hacia atrás.

Parece que aquella nieve es eterna, y así la llaman los habitantes de las llanuras que la ven brillar, desde abajo, junto al cielo. Creen que siempre permanece en las altas cimas y que si el viento la levanta en sus borrascas, la deja luego caer en el mismo sitio. Nada de eso. Una parte de la nieve se evapora y vuelve á las nubes de las cuales salió.

La afición, pues, al regalo, á la pompa, á ciertos refinamientos y elegancias y al dinero que lo proporciona todo, no deja de ser natural que se haya infiltrado en las almas de los decaídos sucesores de Francisco Javier, de Francisco de Borja, y de tantos y tantos gloriosos misioneros, confesores y mártires de la fe de Cristo.