United States or Saint Lucia ? Vote for the TOP Country of the Week !


El Consuelo advierte al hombre el peligro que le amenaza, pero se deja seducir y acepta la hospitalidad que se le ofrece. La Reina lo recibe afable, y ordena á la Vanidad y á la Ostentación que adornen lujosamente el aposento del Engaño, á la Sensualidad que le prepare un filtro amoroso, al Sueño que lo divierta con imágenes halagüeñas, y á la Curiosidad y á la Mentira que cuiden de distraerlo.

Luego que hubimos satisfecho los primeros conatos de admiradora curiosidad, paseando los ojos tardíamente sobre aquel grandioso panorama del arte humano, no del arte francés, digimos á nuestro necesario fiacre que nos llevara al arco de la Estrella. Un coche es aquí un personaje de primera categoría, la gran carta de recomendación y el gran amigo del extranjero.

Con estas aldehalas, unas consumidas en la casa y otras vendidas por la sirviente, iban sosteniéndose Jaime y madó Antonia en la soledad del palacio, aislados de la curiosidad pública, como dos náufragos perdidos en un islote. Las ofrendas en especie se retrasaban cada vez más.

Allá, después de un buen cuarto de hora, cuando aún no estábamos a la mitad del camino, observé que Gloria me dirigió con el rabillo del ojo una rapidísima mirada, como si tuviese curiosidad de ver lo que yo hacía. No lo que pasó por . Sentime de pronto revivir, como un hombre medio ahogado a quien sacasen la cabeza fuera del agua.

Aquí Asunción cesó de hablar, y Lola, que la escuchaba con tristeza y curiosidad, aguardó un rato a que continuase, y viendo que no lo hacía, le preguntó: Pero, ¿por qué me decías que después de contármelo no iba a darte más besos y todas aquellas cosas? Al contrario, ahora te quiero más... mira como te quiero. Y Lolita al decir esto le daba apasionados besos.

Despertóse en ella la curiosidad, y preguntó con una avidez de campesina: ¿Es rica?... El gesto afirmativo del señor no la sorprendió. Forzosamente había de ser rica. Sólo una mujer que llevase con ella una gran fortuna podía aspirar a unirse con el último de los Febrer, que habían sido los hombres más notables de la isla y tal vez del mundo entero.

¿Quién? pregunté a Facia, más con la intención de distraerla del paroxismo en que había vuelto a caer, que por la curiosidad de una respuesta que casi adivinaba yo.

Sin embargo, estoy más por estos conventos sociales, que por aquellas caridades frailunas. Otra curiosidad. Todo Paris repite la contestacion que ha dado un niño en los exámenes de moral. El maestro le preguntó qué era la gratitud.

Gabriel compadecíase de la miseria tranquila de aquella gente; admiraba su mansedumbre de servidores del templo, satisfechos de vegetar y morir en el mismo sitio, sin curiosidad alguna por lo que ocurría más allá de los muros. La iglesia le parecía una gran ruina.

La venida de éste no podía ya tardar mucho, y Poldy se moría de impaciencia por verle vivo y no pintado, en cuerpo y alma y no en imagen. Lo que excitaba su curiosidad y le cosquilleaba suavemente las telas del cerebro era la condición de Padmini, que el joven indio le concedía.