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Somos susto de los banquetes, polilla de los bodegones y convidados por fuerza; susténtamonos así del aire y andamos contentos.

Corrimos todos a Bailén muy contentos. Al llegar al pueblo, uno de nosotros propuso anticiparse para anunciar a .

Habiéndose los indios, pues, huido, Los nuestros han quedado sosegados; Las tierras entre han repartido, Contentos de se ver que están poblados. A Castilla el navio se ha partido, Llevando de estas cosas los recados; De muchos sus maldades y sus tratos Allá fueron metidos en zapatos.

Con esto faltaban en sus Reinos quejosos y mal contentos, pero no pudieron dar á todos los que le sirvieron estados y haciendas, con que algunos quedaron con menos comodidad que sus servicios merecian.

Ni Metternich ni Bismarck quedaron jamás tan contentos de mismos como yo en aquella ocasión. Una cosa debo decir, y es que acabó de encajar en mi cerebro la opinión que hacía algún tiempo se había insinuado respecto a don Oscar. Me convencí de que éste era un ente ridículo y cargante, pero no el ser misterioso y terrible que al principio de conocerle me había forjado.

-Un estudiante -respondió el criado- a quien distes cuenta de vuestros pensamientos fue el que lo descubrió, movido a lástima de las que vio que hacía vuestro padre al punto que os echó de menos; y así, despachó a cuatro de sus criados en vuestra busca, y todos estamos aquí a vuestro servicio, más contentos de lo que imaginar se puede, por el buen despacho con que tornaremos, llevándoos a los ojos que tanto os quieren.

Barbarita iba muy contenta, juzgándose ya vencedora, y se decía por el camino: «Ahora le voy a poner a mi pollo una calza para que no se me escape más». Instaláronse en su residencia de verano, que era como un palacio, y no hay palabras con qué ponderar lo contentos y saludables que todos estaban.

Pero Dios lo dispuso de otra manera, y llevó sanos y contentos á la villa aragonesa á los dos principales personajes de esta verídica historia, los cuales, una vez descansados del viaje y repuestos del susto, no pensaron más que en casarse; acertada idea que á toda persona en aquellas circunstancias se le hubiera ocurrido.

Su padre, sus tíos y yo estamos muy contentos de que haya dado, como todos, pruebas de fidelidad a los Borbones; siempre será ello pasar algunos años, después... quién sabe lo que ocurrirá. El príncipe de Foix, su jefe, está, según dicen, encantado de su figura.

-Eso no es maravilla -respondió Sancho-, porque los diablos, jueguen o no jueguen, nunca pueden estar contentos, ganen o no ganen.