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El agente le recibía como se recibe a todo aquel con quien se ha hecho un negocio muy lucrativo, y haciéndole sentar a su lado dábale palmaditas en el hombro y hasta se aventuraba a contarle cualquier sabrosa cosilla de la conspiración carlista. Una mañana, al entrar en casa de Carnicero, encontró en la escalera a un coronel de ejército amigo suyo. Era D. Tomás Zumalacárregui.

Me obligó a contarle, con todos los pormenores posibles, la historia de mi incipiente pasión. Por cierto que, al decirle que el objeto de ella era una monja, se asustó; pero le expliqué cumplidamente el caso y volvió a sosegarse. No conocía a Gloria, aunque había oído hablar de ella a sus amigas y tenía noticia de su familia.

Ya te veo venir: que el Pituso es de la propia sangre de los señores de Santa Cruz. Podrá ser, y podrá no ser... Ahora mismo nos vamos a contarle el caso al marido de mi amiga, que es hombre de mucha influencia y se tutea con Pi y almuerza con Castelar y es hermano de leche de Salmerón...

La noticia que doy de que Lope se casó con Isabel de Urbina, inmediatamente después de su vuelta de Inglaterra, se ve confirmada por la siguiente anécdota, por otra parte, insignificante, que cuenta en una carta sin fecha, porque no es posible suponer que, en caso contrario, refiriera de mismo lo que dice: «Quiero contarle á V. E. un cuento, y es, que llegando yo mozuelo á Lisboa quando la jornada de Ingalaterra se apasionó una cortesana de mis partes y yo la visité lo menos honestamente que pude.

En fin, querido tío, menester es tener la gran confianza que tengo yo con Vd. para contarle estas muestras de sentimiento extraviado y vago, y hacerle ver con ellas que necesito volver a mi antigua vida, a mis estudios, a mis altas especulaciones, y acabar por ser sacerdote para dar al fuego que devora mi alma el alimento sano y bueno que debe tener. 14 de Abril.

Como siguiesen en aumento sus disgustos, hijos de su afán por complacer á todos los devotos, y lo contrapuesto de las peticiones de éstos, volvió á consultar al señor Cura á ver si le daba algún consejo más práctico y accesible á su comprensión que el encerrado en el cuento de lo ocurrido en Adoracuernos, y el señor Cura le dijo: Tío Traga-santos, voy á contarle á usted otro cuento, que de seguro le saca á usted de sus apuros si sabe aprovecharle.

D.ª Carolina quiso contarle lo que pasaba, pero los sollozos le impedían hablar: no articulaba más que frases incoherentes, de dolor unas y de indignación otras. Su mujer entonces le cogió por la muñeca, le arrastró hacia la sala y le puso al cabo de lo que ocurría. D. Pantaleón había dado como otras veces una retorta a Presentación para que la pusiera al fuego.

Ya soñaba que Jacinta se le presentaba a llorarle sus cuitas y a contarle las perradas de su marido, ya que las dos cuestionaban sobre cuál era más víctima; ya, en fin, que transmigraban recíprocamente, tomando Jacinta el exterior de Fortunata y Fortunata el exterior de Jacinta.

¿Quién habrá escrito este registro? le interrogué. Blair no ha sido, eso es evidente. No fue su contestación. Ahora que legalmente le pertenece, por donación de nuestro amigo, y que ha conseguido descifrarlo, puedo, también, contarle algo más sobre eso. , hágalo gritamos ansiosamente los dos. Bien entonces; voy a referir cómo fue explicó el enjuto anciano, apresando el tabaco en su larga pipa.

Power tiraba de su marido. ¡Ah, su grandote, su grandote adorado! ¡Las cosas que tenía que contarle!... Y desaparecieron en apretado grupo, con dirección al camarote, como si a ella faltase el tiempo para dar sus noticias al hermoso hombretón que la seguía con ojos admirativos y sumisos.