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Y los carabineros, excelentes muchachos que viven entre nosotros y son casi de la familia, hacíanse a un lado, comprendiendo la situación y no queriendo perder a unos pobres. ¡A tierra, muchachos! gritaba nuestro patrón . Vamos a embarrancar. Lo que importa es poner en salvo fardos y personas. El Socarrao ya sabrá salir de este mal paso.

Ella, comprendiendo que el efecto que en los tales causaban sus grandes ojos de ternera y enérgico seno, se esponjaba y hablaba alto, para decir, por supuesto, mil simplezas, que el bueno de Torres escuchaba sin pestañear, aletargado en su butaca bajo el peso de la peluca, impuesta como un castigo.

La senda que habían seguido conducía a la Horse Guard's Parade, y comprendiendo un momento después que mi debilidad no me permitiría caminar más, me vi obligado a volverme hacia las gradas de la columna de York, dejando solo a Reginaldo para que observase todo cuanto pudiese.

El viento refrescaba y la primera cuadrilla de marineros de servicio apareció en el puente. Jacobo suspiró, comprendiendo que tenía que salir de las esferas inmateriales en que su espíritu se había reconfortado durante aquella velada y entrar en la vida corriente y positiva. Y cuando el día sucedía repentinamente á la noche, Jacobo se levantó y miró en derredor suyo.

Arrojando la espada, mi primer impulso fue correr hacia el herido y auxiliarle; pero Figueroa lleno de turbación, me dijo: Esto es hecho... Araceli, huye... no pierdas tiempo. El gobernador... la embajada... Wellesley. Comprendiendo lo arriesgado de mi situación, corrí hacia la muralla.

Parecía que una mano cruel le estrujaba el corazón dentro del pecho. Sus amigos, comprendiendo que deseaba quedarse solo, siguieron a Sarrió. Pablito le esperaba a la puerta de la quinta, y le abrazó con efusión y entusiasmo. ¿Le has matado? preguntóle por lo, bajo. No ... Creo que respondió el joven más bajo aún. ¿Y tu padre?

¡Ah! exclamó comprendiendo lo que aquello significaba. Y si no los lleváis os pegan, ¿verdad? El chico bajó los ojos y la cabeza en señal afirmativa. ¿Tenéis padres? Madre. ¿Y es la que os manda a las calles a estas horas? , señor. ¡Excelente persona! dijo por lo bajo; y sacando unas pesetas del bolsillo: Toma; marchaos ahora mismo a casa.

No se podía marchar, aunque iba comprendiendo que la idea que a tal sitio la llevó era una locura, como las que se hacen en sueños. Uno de los muchos desvaríos que se sucedieron en su mente fue imaginar que tal o cual hombre de los que vio salir era amante de Jacinta. «Porque a no me digan que es virtuosa... Vaya unos embustes que corre la gente.

Nosotros pensamos dijo D. Nemesio que usted había perdido el tren en Baeza. Que se había usted quedado en el retrete añadí yo. Y comprendiendo que su situación debía ser muy fastidiosa siguió D. Nemesio. Y que le vendría muy bien que su maleta no fuese a dar a Sevilla dije yo.

El chico, comprendiendo bien que aquellos interrogantes tenían un fin puramente retórico y no debían ser contestados, limitábase a lanzar gritos de dolor inarticulados. ¡Ven acá, pilluelo! ¡Quiero llevarte delante de tu padre! ¡A ver si me dices ahora que yo te tengo mala voluntad! ¡Has de parar en un presidio! ¡Ven aquí, ven!