United States or Niger ? Vote for the TOP Country of the Week !


43 Y todo el pueblo se fue cada uno a su casa; y David se volvió para bendecir su casa. 1 Y aconteció [que] morando David en su casa, David dijo al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto del SE

Al fin llegó monseñor Isbert que debía bendecir la unión de los jóvenes. Era un prelado doméstico de S. S., hombre de mundo, jovial, diplomático, tolerante. Por estas razones gozaba de gran crédito en la alta sociedad madrileña y había casado ya un número considerable de sus miembros. Señoras y caballeros le rodearon al instante y gozaron de su conversación culta y jocosa.

De esta manera vinieron tras por algún trecho del camino, no pudiendo yo responderles palabra por las lágrimas que me corrían de los ojos, y por un inexplicable consuelo que me ocupaba el corazón, considerando cuán fácil es á la divina omnipotencia mudar los corazones y voluntades humanas, pues sólo con querer puede en un instante convertir los tizones del infierno en piedras resplandecientes del Paraíso; no cesaba de bendecir y besar las santas llagas del Redentor, á cuyos méritos reconocía deber el feliz éxito de esta Misión.

Antes la muerte rugió Apolonio, poniéndose en pie, ahora realmente enfurecido .Yo ya estaba dispuesto a perdonar, a bendecir. Hasta pensaba en los nietecitos.... Pero eso, ¡jamás! A buena parte vas.... Que ya pensabas en los nietos, en seguida te lo calé. Pero, siéntate. Claro que no sabes ni sospechas cómo, cuándo, a qué hora y por dónde se han fugado, ni se te ocurre el medio de averiguarlo.

Melia comenzó por bendecir a la Providencia porque había protegido con tanta solicitud a toda aquella honrada sociedad, que el brick mecía sobre las aguas; porque, gracias a la incuria que de momento reinaba a bordo, si una tempestad se hubiese elevado durante la noche, todo se hubiera ido a rodar, El Gavilán, Kernok, la tripulación y los diez millones, ¡qué lástima!

Verdad es que el señor don Nemesio Angulo, eclesiástico en extremo cortesano y afable, antiguo amigo y tertuliano de don Manuel y autor de la dicha de los cónyuges, a quienes acababa de bendecir, intentó soltar dos o tres cosillas festivas, en tono decentemente jovial, para animar un poco la asamblea; pero sus esfuerzos se estrellaron contra la seriedad de los concurrentes.

Nadie hacía caso del murmurador. «Milagro lo había, pero lo había hecho el Magistral». Ya nadie dudaba esto. «Era un gran hombre, había que reconocerlo». Doña Paula, por medio del Chato y otros ayudantes, doña Petronila, su cónclave, Ripamilán, el mismo Obispo, que había abrazado al Magistral en la catedral poco después de bendecir las palmas, todos estos, y otros muchos, eran propagandistas entusiastas de la gloria reciente, fresca de don Fermín, de su triunfo palmario sobre las huestes de Satán.

13 Y cuando entrareis en la ciudad, le encontraréis luego, antes que suba al alto a comer; pues el pueblo no comerá hasta que él haya venido, por cuanto él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados. Subid, pues, ahora, porque ahora le hallaréis. 15 Y un día antes que Saúl viniese, el SE

Nos dirigíamos a una de las numerosas haciendas en que está subdividida, la de San Benito, a la que llegamos cuando la noche caía y el viento fresco de la sabana abierta empezaba a hacernos bendecir los zamarros y la ruana cariñosa.

Es V. muy buena, muy hermosa... inocente de todo; Dios bendiga á V. y la haga tan feliz como merece. Y diciendo esto, alzó las manos como para bendecir á la muchacha, tomó su cabeza entre ellas y le dió en la frente un beso.