United States or Morocco ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y aquella viril figura, asiendo al débil pequeñuelo, como el que se ahoga se aferra en una paja, desapareció en el tenebroso río que corre a abocarse en la inmensidad del mar. Jamás conocimos su nombre verdadero, y por cierto que el ignorarlo no causó nunca en nuestra sociedad el menor disgusto, puesto que en 1854 la mayor parte de la gente de Sandy-Bar se bautizó nuevamente.

Mi madre tiene en compañía un sacerdote; llámase este venerable abate Chauveau y es hombre de mucho mérito. Esta mañana nos ha dicho misa. En el templo había un bautizo y esto me ha recordado a mis pobres hijos: los bautizos me enternecen siempre. He visitado hoy a una pobre mujer recién parida, enferma y sin recursos.

Empezó el desfile de neófitos. El escribano leía nombres, y avanzaban entre dos gendarmes los que debían recibir el bautizo, descalzos, sin más traje que las ropas interiores o un simple pijama. Eran pasajeros de primera clase que accedían a tomar parte en la ceremonia, y cuya presencia saludaba el público con gritos y aclamaciones.

Allí, dentro del radio, sin temor al impuesto, se verificaba el bautizo, la multiplicación de la mercancía. Los carros de la sierra, grandes, de pesado rodaje y toldo negro, comenzaban a desfilar hacia la población, cabeceando como sombríos barcos de la noche. Otros más pequeños deslizábanse entre ellos, pasando ante el fielato sin detenerse.

El sábado de gloria. El canto del gallo. Pascuhan. El hatiran. Recuerdo de una pregunta. A más de las fiestas que dejamos descritas, existen otras muchísimas en la provincia de Tayabas. La muerte proporciona diversiones, el nacer también. El bautizo origina la fiesta llamada bínyagan. A los siete días se baña la parida, y con este motivo se celebra el unang pag paligo.

Pero dámelos de todos modos, para enseñarlos. Plácido, para no desmentir al cura que le bautizó, dió lo que le pedían. Llegaron á la Universidad. A la entrada y á lo largo de las aceras que á uno y otro lado de la misma se estendían, estacionaban los estudiantes esperando que bajen los profesores.

Si lo es, vendrá de la provincia de Palencia, que es donde ponen los nombres más estrambóticos. No, señora; no es nombre cristiano. Pero se conoce que el cura que me bautizó no se había enterado. Si a me canonizan, entonces habrá un San Eurípides: el primero. ¡Qué chistosísimo! Pues ya tiene usted bastantes nombres, gracias a Dios.

¡Se viene corriendo! añadió Sandoval; la sopa es excelente, ¿cómo se llama? Pansit lang-lang, esto es, pansit chino para diferenciarlo del otro que es propio del país. ¡Bah! es nombre difícil de retener. ¡En honor á don Custodio le bautizo proyecto de sopa! El nombre nuevo quedó aceptado. Señores, dijo Makaraig que era el que había dispuesto el menú; ¡aun tenemos tres platos!

Fuera de esto, Juana se pintaba sola para disponer cualquier pipiripao o banquete que debía o quería dar algún señor del pueblo, ya con ocasión de boda o bautizo, ya para obsequiar al diputado, al señor gobernador o al propio obispo si venía a visitar la villa.

Antes de contestar, miró hacia atrás, hacia el baptisterio, para ver si alguien había reparado su encuentro con la cantante. La comitiva del bautizo había desaparecido. Ni siquiera habían parado mientes en la ausencia de Reyes. Tan insignificante era para todos. Minghetti, sin embargo, seguía embelesado con sus travesuras armónicas en el órgano.