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Habiéndose asegurado de mi asentimiento, la vieja y noble señorita pareció recogerse, y en tanto que paseaba una melancólica mirada por las medio borradas imágenes de sus abuelos, el tic-tac del reloj hereditario fué lo único que turbó, en el obscuro salón, el silencio de la media noche.

Sus hechiceros, tocando sus tambores, y haciendo ruido con sus calabazas llenas de conchas, pretenden ver debajo de la tierra hombres, ganados, &a., con tiendas de aguardiente comun, cascabeles, y otras varias cosas: pero estoy bien asegurado que todos ellos, ó la mayor parte, no creen en esta tonteria, porque el cacique tehuel, llamado Chechuentuya, me vino á ver una mañana, y darme razon de un nuevo descubrimiento hecho por uno de sus hechiceros de paises subterraneos, que estaban debajo del lugar donde viviamos.

Ya no enviarían de Madrid más cuneros. Se acabaron los señorones desconocidos. Y toda la grey brullesca, se preparaba para la lucha con el entusiasmo ruidoso del que sabe que el triunfo está asegurado de antemano. Todas estas manifestaciones dejaban frío a Rafael.

Por último, y en premio de tan señalada victoria, bajaron del cielo dos ángeles y ciñeron al santo el milagroso cíngulo de la virginal pureza, con el cual, aunque le dolió muchísimo cuando se le ciñeron, quedó, digámoslo así asegurado de incendios para en adelante.

Lea no respondió. ¡Sin duda te han asegurado la impunidad! ¿Pero cómo es eso posible? Lea Peralli viva supone Juana Baud enterrada. Y si es Lea quien la mató, no fué Jacobo de Freneuse. ¿De qué modo, por qué prodigio se establecerá la inocencia del uno y se salvará al mismo tiempo á la otra? Lea respondió con acento dolorido: ¿Y quién permite á usted creer que yo quiero salvarme?

El Gran Capitán no pudo continuar, porque la pena ahogaba su voz; D.ª Gregoria se llevó también la punta del delantal a los ojos, y Santorcaz, más serio y grave que antes, respetaba el dolor de sus dos amigos. Me han asegurado dijo, después de una pausa que ese D. Pedro Velarde iba a comer todos los días en casa de Murat. ¿Es que simpatizaba con los franceses?

Sacado á luz por Aurelio Mey: Valencia, 1616. El marido asegurado, de D. Carlos Boyl Vives de Canesmas. El cerco de Pavía, del canónigo Tárrega. La fundación de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, del mismo. La Duquesa constante, del mismo. El triunfante martirio de San Vicente, de Ricardo de Turia. La belígera española, del mismo. La burladora burlada, del mismo.

He tenido que engañarla; ahora mismo la estoy engañando. ¡Engañando! , por cierto; la tengo escondida en mi chiribitil, en el agujero de lechuzas, que me sirve de habitación hace treinta años. ¿Y por qué la engañáis? Si no fuera por sus celos, ella no hubiera venido; la he asegurado de que vería entrar á su amante en el aposento de doña Clara Soldevilla. ¡Su amante! ¿y quién es su amante?

Preséntase entonces la princesa Mitilene, con brillante acompañamiento, con música y cánticos; se propone, por curiosidad, robar á Marfisa, siendo la música el medio más eficaz de lograrlo, ya que los pastores, que han visto muchas veces desde lejos á la beldad portentosa que habita la gruta, le han asegurado que aquélla será atraída irresistiblemente por tan gratos sonidos.

Esta, pues, hermosa y mora, en lengua aljamiada, asiendo a Costanza y a Auristela de las manos, se encerró con ellas en una sala baja, y, estando solas, sin soltarles las manos, recatadamente miró a todas partes, temerosa de ser escuchada, y, después que hubo asegurado el miedo que mostraba, les dijo: ¡Ay, señoras, y cómo habéis venido como mansas y simples ovejas al matadero! ¿Veis este viejo, que con vergüenza digo que es mi padre, véisle tan agasajador vuestro?