United States or Eritrea ? Vote for the TOP Country of the Week !


¿Y los rebaños han crecido? preguntó haciendo un esfuerzo por recobrar su aplomo. No, los rebaños no habían crecido. El ganado lanar estaba de baja. Una enfermedad maligna había entrado por las ovejas y se había llevado muchas. En cambio las vacas tenían unos terneros muy lucidos.

Con estos proyectos de vanidad, excitóse el hombre, y á eso de las nueve de la mañana, levantado y vestido, daba sus disposiciones con aplomo y serenidad.

Volviose de nuevo hacia el conde y hablaron de cosas indiferentes, de teatros, de música, de proyectos de viaje. Sin embargo, aquél se mostraba más y más preocupado. Iba perdiendo el aplomo y hablaba equivocándose, como si su pensamiento anduviese lejos.

Cuando se levantó para despedirse, dijo: Queda usted encargado, Alcázar, de recordar a Aurelia su palabra. En cuanto a usted puede hacer lo que guste. Con los sabios no me atrevo a insistir porque se les molesta cuando menos se piensa.... Habiendo recobrado por completo su aplomo les hablaba en un tono amable, protector, un poco maternal.

Algunos de sus camaradas de círculo, alucinados por su imperturbable aplomo y sus grandes bienes de fortuna, concluyeron por considerarlo cual un espíritu fuerte de primera magnitud, y él mismo acabó por creerlo así también.

Pues no estamos conformes contestó Carrascosa, accionando con mucho aplomo, porque ¿qué tiene que ver esa elocuencia con la de Alcalá, el cual es hombre que, cuando dice "allá voy", le levanta á uno los pies del suelo? Es verdad dijo, terciando en el debate, uno de los circunstantes, que debía de ser torero, á juzgar por su traje y la trenza que en el cogote tenía; es verdad.

A pesar del aplomo de buen género que creía Josefinita poseer, se vieron a la claridad del gas sus ojos preñados de lágrimas de orgullo y su tez encendida, como si la abofeteasen. Dijo un seco «adiós» a Clara y Lola; a Baltasar y a doña Dolores ni palabra.

Una implacable expresión de seguridad, de feroz aplomo, se desprendía de aquel hombre inmóvil, con el brazo tendido, duro é inconmovible.

El lance es inevitable. Inevitable gritó Relimpio descargando el puño sobre la mesa y rompiendo un plato . Elija usted hora y arma. Si quiere usted, a la hora del alba... Al matutino albore...». Lo más particular fue que Bou, que también era hombre incapaz de llevar con aplomo tres copas de vino blanco, empezó a disparatar.

Parece un Judas de Sábado Santo. ¿Qué os parece, Rafael? Aquella arruga que tiene en el entrecejo respondió Arias le da todo el aspecto de un unicornio. Entre tanto, María no descubrió el menor síntoma de cortedad ni de encogimiento en presencia de una reunión tan numerosa y tan lucida; ni se desmintieron un solo instante su inalterable calma y aplomo.