United States or Mauritius ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Mandolinistas! ¡Bandidos! gritó, como siempre, contra los italianos. Cuanto eran lo debían á Alemania. El emperador Guillermo había sido un padre para ellos. ¡Todo el mundo sabía esto!... Y sin embargo, al estallar la guerra, se negaban á seguir á sus viejos amigos. Ahora la diplomacia alemana debía trabajar, no para mantenerlos á su lado, sino para impedir que se fuesen con los adversarios.

Nadie la deseaba: la imponían los adversarios... Pero todos la aceptaban, con el firme propósito de cumplir su deber. París callaba durante el día con el enfurruñamiento de sus preocupaciones. Sólo algunos grupos de patriotas exaltados, siguiendo los tres colores de la bandera, pasaban por la plaza de la Concordia para dar vivas ante la estatua de Estrasburgo.

48 Mi libertador de mis enemigos; también me hiciste superior a mis adversarios; de varón traidor me libraste. 49 Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SE

Luego reconocieron lentamente la necesidad del abandono, aceptando su suerte con resignación. ¿Pero caer en manos de los adversarios? ¿Quedar á merced del búlgaro ó el turco, enemigos de largos siglos?... Los ojos completaron lo que las bocas no se atrevían á proferir. Ser servio equivale á una maldición cuando se cae prisionero.

Terminada la fiesta, se ve al Rey rodeado de sus grandes y recibiendo los homenajes de las personas principales de Sevilla, que, habiendo sido adversarios suyos, son acogidos con frialdad; con Guzmán se extrema el Rey más que con ningún otro, por considerarlo como al caudillo de más valía de sus enemigos.

Sonrió ante la suposición absurda de haberse presentado así, cuatro años antes como quien dice cuatro siglos , en aquellos duelos de París, donde padrinos y adversarios sólo podían ir decentemente en busca de la muerte con sombrero de copa de ocho reflejos.

Que le quede, pues, a este hombre, ya inútil para su patria, la gloria de haber representado la civilización europea en sus más nobles aspiraciones, y que sus adversarios cobren la suya de mostrar la barbarie americana en sus formas más odiosas y repugnantes; porque Rosas y Rivadavia son los dos extremos de la República Argentina, que se liga a los salvajes por la pampa y a la Europa por el Plata.

¡Que vengan! dijo . Me gustaría verlos hoy mismo. Y miró en torno, cerrando los puños, como si fuesen á surgir de las paredes estos adversarios innumerables y desconocidos.

El era el primer matador del mundo, ¡olé! Así lo afirmaban su apoderado y los amigos, y así era la verdad. Ya verían los adversarios cosa buena cuando él volviese a la plaza. Lo del otro día era un simple descuido: la mala suerte, que le había jugado una de las suyas.

Parecía observarlos con particular interés; algo inclinada bien adelante, seria, con la mirada fija, absorbíase por completo en la contemplación de las paradas y réplicas cambiadas entre los adversarios. Pero, sobre todo, era cuando su marido estaba en escena, que se le veía prestar la más profunda atención, tan profunda, que llegaba a contrariar hasta a su propio marido.