United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !


No puede ser replicó el lectoral; alegando que si le escuchaba como confesor, no podría usar de sus revelaciones, en adelante. Ramiro refirió entonces, con acento moribundo, de qué modo había caído en plena conspiración y cómo le sorprendieron y acuchillaron.

Gemían unas, suspiraban otras, y se secaban los ojos muy á menudo con la orilla del delantal, ó con el dorso de la mano, mientras hormigueaban entre ellas los muchachos con el escozor de la curiosidad. Hablaba él con todos sin mirar á nadie, forjando los secos razonamientos á empellones, como si derribara las palabras de sus hombros y les diera el acento con los puños.

Un hombre joven y robusto, partía leña delante de la puerta: un cordón negro retenía por detrás sus largos cabellos de un rubio pálido. Levantó la cabeza y me sorprendió el carácter extraño de sus facciones y la mirada tranquila de sus ojos azules: me saludó en una lengua desconocida, con un acento breve, dulce y salvaje.

Cierto que no era el terror de los maridos, ni el ídolo de las mujeres; pero se casó con una buena muchacha, ni fea ni bonita, que lo quiso con toda su alma, y lo hizo dichoso por completo. No debió de parecerle al notario demasiado consoladora semejante perspectiva, porque exclamó con acento desesperado: ¡Oh, las mujeres! ¡las mujeres! ¡las mujeres!

Otro que ya está curado dijo el maestro Durand que estaba absorto pensando cómo remediar la falta de balas. ¡Municiones!... ¡municiones! gritaban muchas voces con un acento de terror. ¡Voto a tal! ¡aun cuando debiéramos cargar los cañones con grumetes, se hará fuego contra los ingleses! exclamó el maestro Durand subiendo rápidamente al puente.

El movimiento que hice fue tan rápido, tan imprevisto, añadió tanto ardor a mi acento, de por muy decisivo ya, que Magdalena sintió que él llegaba a su corazón y lo conmovía y palideció. yo en lo más hondo de su pecho como una dolorosa exclamación angustiosa que expiró en sus labios.

A los peligros ya conocidos debían unirse los que ofrece por misma toda belleza superior dentro de la máquina del matrimonio. «Las mujeres casadas no deben ser muy hermosas» dijo la señora promulgando la frase con acento de convicción profunda.

La conozco dijo Atilio con acento de convicción al músico, que no se cansaba de admirarla . La he visto muchas veces. Cuando el día se muestra demasiado limpio, los directores del Casino temen que la clientela se aburra de tanto sol, de tanto azul: azul en el mar, azul en el cielo. «Que suelten la nube grande», ordenan por teléfono.

No interesaba a Jacinta aquel triste relato tanto como creía Nicanora, y viendo que esta no ponía punto, tuvo la dama que ponerlo. «Perdone usted dijo dulcificando su acento todo lo posible , pero dispongo de poco tiempo. Quisiera hablar con ese señor que llaman Don... José Izquierdo».

Nada sabréis, porque el rey y yo estábamos solos. ¿Y no puede el rey perdonaros?... El rey me hará ahorcar el día que me coja... Sois cruel; sois miserable... habéis cometido conmigo un crimen inaudito y no lo queréis reparar. No puedo... pero nadie conocerá... Eso es imposible. Os juro que el secreto quedará únicamente entre los dos. ¿Por qué no me habláis con vuestro acento natural?