United States or São Tomé and Príncipe ? Vote for the TOP Country of the Week !


El Atlántico, abierto en ambas extremidades y recorrido á lo largo por los vientos, está menos sujeto á trombas, pero en cambio se sienten en él con más frecuencia los ventarrones rectilíneos. Con todo, Piddington cita un sinnúmero de circulares habidos en ese mar. Durante los años 1840 á 1850 hiciéronse en Calcuta y Nueva York las inmensas compilaciones de Piddington y de Maury.

La oración de quietud, aquellas horas de unión contemplativa con la Divinidad, les había abierto de par en par el apetito.

Presidente se separase del mando; y que, en el caso de avenirse, sea sin protesta alguna para no exasperar los ánimos: en la inteligencia de que el Cabildo en todo tiempo le franqueará cuantos documentos pida de lo ocurrido, quedando abierto el acuerdo hasta que regrese la diputacion. Regresó esta, y expuso, que el Exmo. Sr.

Ayer habían salido los dos con Raquel y con Charito González y a la media hora volvieron. Adriana se sentía mareada, les pidió que la dejaran sola y se ocuparan ellos de todo. Después tomó un libro, estuvo dos o tres horas con el libro abierto en la falda sin volver una hoja. En fin ¿qué piensas ? Ernesto Molina meneó la cabeza. Esta muchacha se casa por lástima.

Llegando á la ciudad de la Santísima Trinidad, puerto de Santa Maria de Buenos Aires, y provincia del Rio de la Plata, se saldrá de ella, y se caminará por el camino abierto que hay de las carretas, que es el que traginan los de Buenos Aires á la sierra del Tandil.

El drama de Ifigenia, que, en aquellos días claros y sin nubes, había sido mi poema predilecto, estaba abierto sobre la mesa. ¡Oh, bondad del Cielo! ¡Cuánto tiempo hacía que lo había leído, cuánto tiempo hacía que lo evitaba temerosamente, de tal modo que la tranquila majestad de la santa sacerdotisa hacía sufrir a mi alma!

El joven no contestaba cosa de sustancia y entonces ella le miraba de hito en hito, y daba vueltas alrededor de él, para ver si por algún lado estaba abierto y se le veía el secreto que debía de tener entre pecho y espalda. Después le olfateaba. Le daba el corazón que por el olfato habían de empezar los descubrimientos... ¿A qué olía aquel hombre?

Sin tenderle siquiera la mano, se escapó, bajando rápidamente las gradas del pórtico. «Si toco su mano, pensaba, estoy perdido, descubro mi secreto.» ¡Su secreto! El no sabía que Bettina leía en su corazón como en un libro abierto. Cuando llegó a la puerta, tuvo un breve momento de hesitación. Tenía esta frase en los labios: «¡Os amo! ¡os adoro! ¡Y por eso no quiero volver a veros

Mi marcha se hacía más difícil, porque la luna no estaba lo suficientemente cubierta por las nubes para que mis movimientos hubieran quedado protegidos por las sombras, y temía dar a conocer mi presencia si salía a campo abierto.

El Arcipreste había abierto la boca al oír a De Pas que la Regenta estaba en la catedral, según le habían dicho, y que él no había corrido a saludarla y a confesarla, si a eso venía, como era de suponer. ¿Pero qué pensará ese ángel de bondad? gritaba don Cayetano, asustado de veras. Era inútil.