United States or China ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero esta felicidad fue de corta duración. ¡Hay tan poca distancia desde la calle de la Grange-Bateliere a la de Provenza, y además aquellos magníficos caballos marchaban con tanta rapidez!... El carruaje se detuvo por último; apeose Arturo, ofreció la mano a su compañera, subió con ella hasta el primer piso, llamó a la puerta de su habitación, la saludó respetuosamente y desapareció en seguida.

Parecieron tan bien, que no se puede encarecer, así por el buen órden y aderezos, como por ser buena gente toda y escogida. Tráelos el duque para ofrecellos á S. M.; no se sabe si ha querido dárselos pagados. Apeóse en palacio, el rey le recibió bien aunque porfió en no darle la mano, pero no se quiso levantar hasta haberla besado.

Apeóse del coche y entró en el zaguán, creyendo encontrar allí alguna religiosa o algún portero a quien preguntar por la marquesa de Villasis o por el padre Cifuentes; mas sólo vio delante una empinada escalera dividida por en medio con un barandal de hierro que hacía veces de pasamanos.

Llegó, en fin, ya vuelto en su acuerdo, y al llegar, se dejó caer del rucio a los pies de Rocinante, todo ansioso, todo molido y todo apaleado. Apeóse don Quijote para catarle las feridas; pero, como le hallase sano de los pies a la cabeza, con asaz cólera le dijo: ¡Tan en hora mala supistes vos rebuznar, Sancho! Y ¿dónde hallastes vos ser bueno el nombrar la soga en casa del ahorcado?

Apeóse y reconoció el terreno, pero no dió con el jinete. Encendió cerillas, y nada, no encontró rastro del Duque. «Puede ser que oyendo el galope de mi caballo, y temiendo que le alcanzase, se haya escondido por aquí cerca» se dijo.

Apeose de ella un hombre de cabello escaso, gris y cortado al rape, pequeño, nervioso con todo el exterior, la fisonomía, la madurez y la previsión de un hombre poco ordinario y preocupado de asuntos graves hasta en viaje. Perfectamente vestido, por otra parte, su aspecto revelaba costumbres elevadas de situación, de mundo y de rango.

Apeóse la duquesa, y, con un agudo venablo en las manos, se puso en un puesto por donde ella sabía que solían venir algunos jabalíes. Apeóse asimismo el duque y don Quijote, y pusiéronse a sus lados; Sancho se puso detrás de todos, sin apearse del rucio, a quien no osara desamparar, porque no le sucediese algún desmán.

La señora estaba servida, mereciendo él la corona triunfal de los Juegos Hípicos. Currita encontró enfilados a la puerta de su casa tres coches, reconociendo al punto en uno de los cocheros la escarapela encarnada, propia de los ministros. Apeóse entonces en las mismas caballerizas, y por una escalera reservada para el uso de la servidumbre llegó a sus habitaciones sin ser vista de nadie.

Salió don Juan vestido de viaje, tomó un coche, apeose cerca de la calle de Don Pedro, y por fin llegó al portal de la casa en que vivía Cristeta. No arribó Ulises a la deseada Itaca, ni vieron los Magos el sagrado pesebre poseídos de tan honda emoción como la que él sentía.

Apeóse, en fin; pero con tan malas entrañas, que arremetió a su enemigo, y asiéndole con ambas manos por la garganta, dió con él en el suelo, y tal golpe dió con la cabeza sobre una piedra, que se la abrió por dos partes, saliendo tanta sangre, que pensó que le había muerto.