United States or Iran ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si lograba buen éxito, callaba y sonreía voluptuosamente, pero no volvía a acercarse al poeta aplaudido. Cuando éste se quejaba de su desvío, respondía: «Usted ya ha demostrado que tiene alas; vuele V., amigo mío, vuele V., que yo tengo que soltar a otros pobrecitos». Su vida privada ofrecía muy poco de particular.

¡Los asesinos de Madrid! exclamó el Gran Capitán, inflamándose en patriótico ardor . ¿Y cree usted que les tenemos miedo? ¡Santa María de la Cabeza! Ya veo que están fortificando el Retiro, y que no permiten que vuele una mosca alrededor de sus señorías; pero ya hablaremos. Esto es ahora porque estamos sin tropa; pero ¿sabe usted lo que se va a formar en Andalucía? Un ejército. ¿Y en Valencia?

Necio fuera, señora, en tal momento, rebuscando un concepto pretencioso digno de honrar sujeto tan glorioso, esforzar el indócil pensamiento. Permitid que, de tal martirio exento, vuele desatinado y caprichoso para expresar cuán grande, cuán hermoso es el placer que al escucharos siento.

Claro está que aludo al resquemor o a la acedía que los recientes infortunios de la patria engendran en nuestros espíritus, los agitan, los atormentan y los impulsan a buscar remedio. De aquí que se piense poco en la poesía, que se hable de ella muy de paso, y que se corra y se vuele para trasportarse de lo meramente literario a lo político y social.

El águila estraña trasmude su nido E pase los puertos de la grant friura, Del valle rompiendo la grant espesura Asiente en la casa del fuego escondido: Visite el grant poyo enfortalecido Vuele en los campos é selvas del pan: Coma en la mesa do comen y estan Millares de bocas sin cuento sabido. En la medianía del valle partido More algun tiempo, que es breña segura.

No pido que me conteste, no me atrevo a exigir tanto; pero será suficiente una palabra, una seña, un ademán, la más leve indicación para que yo vuele a sus pies, y pase a su lado la existencia. »Felipe Auvray. »Calle de San Nicolás, 5.º piso. Hay una pata de liebre en el cordón de la campanilla.» ¿Has comprendido, Amaury?

Claro está que el monstruo de la herejía, que hoy anda suelto en España sin que la Inquisición le encadene, no impide al Sr. Orti y Lara que vuele por donde se le antoje y hasta que haga la apología de la Inquisición. Pero yo no quiero ni puedo hacerla, y convendré con el señor Clarence King en que la Inquisición era una infernal maquinaria muy á propósito para atormentar y matar á la gente.

No es de extrañar que enojados los escritores que viven en provincias de que la fama de ellos no vuele, si antes no pasa por Madrid y en Madrid le prestan alas, sientan el prurito de aislarse, de escribir en la lengua o en el dialecto de la región en que nacieron, y de compensar así por la intensidad y la densidad la corta extensión de su nombradía. Lo cierto es que en España apenas se lee.