United States or Kosovo ? Vote for the TOP Country of the Week !


El ciego con vista y lisiado sin manquedad, ahora nuevamente restaurado en todo el valor de sus piernas y bien corregido y enmendado en el desembarazo de sus miembros, así como vió llegar al caballero, destocándose el sombrero y ahinojándose reverentemente, le comenzó a decir: Perdón, perdón, y mil veces piedad para el buen Mateo del Cigarral, soldado pica que fué de la compañía de Francisco Carvajal en Italia, arcabucero después en el tercio de Zamudio, y después continuo de la ilustre persona del ilustrísimo caballero don Lope de Zúñiga.

Suponiendo dicha representacion, la ciencia no se ocupa de un puro nada, sino de una cosa muy real; y por consiguiente, tiene á la vista un objeto muy positivo, aun cuando prescinda de la realidad de la cosa considerada. Veamos cómo se puede desvanecer esta dificultad.

La alegría de las recientes noticias volvió escéptico a Febrer. «Nadie se muere de amorLe costaría un gran esfuerzo abandonar aquella tierra al día siguiente; experimentaría honda tristeza al perder de vista la blancura africana de Can Mallorquí.

Por eso, no bien hubo llegado al colegio, cuando ya conocía de vista a todas las españolas que había en él; en seguida formó entre las de su edad; luego dio la preferencia a las madrileñas, y acabó por intimar con las que, de éstas, pertenecían a su jerarquía social.

Desde luego, saltó a la vista de todos una particularidad, por decirlo así, de índole doméstica: Jacobo era tan sólo marqués consorte, y veníanle sus derechos a la Grandeza exclusivamente por su mujer, de la cual estaba separado hacía doce años... Discutióse el punto, y quedó convenido, por unanimidad, que el hacer uso de este derecho era, por parte de Jacobo, una verdadera indecencia.

Los caballos de la sabana. El traje de viaje. Rosa. Soacha. La hacienda de San Benito. Una noche toledana. La leyenda del Tequendama. El mito chiboha. Humboldt. El brazo de Neuquetheba. El río Funza. Formación del Salto. La hacienda de Cincha. Paisajes. La cascada vista de frente. Impresión serena. En busca de otro aspecto. Cara a cara con el Salto. El torrente. Impresión violenta.

Ella cruzó ante el árbol tras el que don Juan estaba escondido y pasó de largo; él, entonces, salió, llamándola en voz baja: ¡Cristeta, Cristeta mía! Sin detenerse, repuso: Anda... anda hasta que perdamos de vista el coche.

No se le quitaba Sancho del lado, el cual alargaba cuanto podía el cuello y la vista por entre las piernas de Rocinante, por ver si vería ya lo que tan suspenso y medroso le tenía.

Cinta fijaba su vista en el almanaque como la esposa de un empleado la fija en el reloj. Tenía la certeza de que, transcurridos dos meses, le vería aparecer de nuevo viniendo del otro lado de la tierra, cargado de regalos exóticos, lo mismo que un marido que vuelve de la oficina con un ramo comprado en la calle.

El hombre vaga abandonado por el desierto, y se extravía y pierde, no hallando senda alguna que seguir. Preséntasele entonces una aparición, que á primera vista lo atemoriza, pero que pronto intenta consolarlo hablándole dulce y amorosamente, y diciéndole: Pues haced cuenta que quiero Ser vuestro escudero yo, Que el mismo Dios me mandó Que fuese vuestro escudero.