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Podráse decir contra esto, que algunas personas santas y virtuosas dicen de mismas haber tenido visiones y apariciones, por donde es forzoso, ó creerlas, ó tener á tales personas por no veraces. Es así que hay muchas visiones y apariciones de Varones santos; y al mismo tiempo es cierto que hay muchas apócrifas, ó fingidas por otros que se las atribuyen con ánimo deliberado de captar al Pueblo.

Los casos de la honra son mejores, Porque mueven con fuerza á toda gente: Con ellos las acciones virtuosas, Que la virtud es donde quiera amada; Pues que vemos, si acaso un recitante Hace un traidor, es tan odioso á todos Que lo que va á comprar no se le vende; Y huye el vulgo dél cuando le encuentra; Y si es leal, le prestan y convidan Y hasta los principales le honran y aman, Le buscan, le regalan y le aclaman.

Nosotros, gentleman, sostenemos un ejército por exigencias de la moral: para que no se perturben las abstinencias virtuosas que debe guardar la juventud. Pero yo dijo el gigante he visto hombres en ese ejército: atletas barbudos con traje de mujer y grandes cimitarras, que iban á caballo y eran mandados por oficiales hembras.

Doña Luisa confió la educación de sus dos hijas al desvelo de las virtuosas y buenas madres del beaterío de Santa Isabel, no sin antes tener que vencer algunas dificultades para el ingreso de Hasay, cuyas facciones acentuaban marcadamente su raza india. Hasay vivía feliz entre sus amigas, sus juegos y sus estudios.

Mostróse igualmente Pierrepont cabalgando sin aprensiones en las avenidas del Bosque al lado de ciertas amazonas que no blasonaban de virtuosas, lo que no dejó de admirar también, mucho más tratándose de un hombre que hasta entonces conquistara con justicia la reputación de discreto y decente.

¿Pues qué no había más que educar un hijo en las más sanas y virtuosas creencias y hacer de él un personaje, para que después llegase una correntona peor mil veces que las que por dinero hacen porquerías en un callejón para llevársele con sus manos sucias? ¿Qué había creído la hija del descamisado?... ¡Rabia! ¡Palidece de pena, al ver que se te va para siempre!

Las sobrenaturales se conocen por caractéres opuestos á los sobredichos, y de ellas hay exemplos en las divinas Letras, que han de recibirse con toda sumision. Lo cierto es que en Roma, donde se exâminan estas cosas con gran exâctitud y juicio, de millares de visiones de las personas virtuosas apenas se aprueba una, y á veces se reprueban todas.

De esta suerte han suspirado los trovadores de humilde cuna y de bolsa vacía por la gran señora feudal que los recibió benigna en su castillo; los cortesanos, por alguna linda reina de las que ha habido virtuosas y ariscas, aunque aficionadas a que suspiren por ellas, y muchos Gerineldos de mayor o menor jerarquía, por la hermosa dama a quien sirvieron.

La campana seguía llamándolas con su tañer monótono, y todas entraban como manada al redil: feas, bonitas, ricas, miserables, virtuosas, perdidas, santas, pecadoras, madres, cortesanas, vestales del hogar o sacerdotisas del amor, todas, codeándose, juntas, desaparecían sorbidas por la puerta de la iglesia, levantando al entrar un cortinón más pesado que una losa y dejando entrever rápidamente una atmósfera cargada, sucia, humosa y salpicada por el resplandor amarillo de las velas.

Ten presente que no lo mereces, porque ellas son personas muy principales y virtuosas, libres del contagio del día. Haz cuenta que entras en un santuario. No había remedio. La fatal determinación, que, sin conocerla, había asustado tanto á la huérfana, estaba irremisiblemente tomada.