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Y pocos días después, Enrique Thomas salió de Burdeos en un bergantín, peor para él que un presidio. Allí, bajo la férula tiránica del patrón, trepó á las vergas, mondó patatas, hizo guardias penosas. Aquella existencia duró tres meses, y fué para él lo que para muchos toreros la primera cornada.

Si las vergas de las redondas llevaban cajeras en los penoles para los escotines de las velas inmediatamente superiores á ellas. Qué forma era la de estas vergas y cómo iban suspendidas y sujetas á los palos; esto es, si llevaban drizas con aparejos, coronas, estrobos y trozas. Si llevaban los amantillos dispuestos de una manera análoga á los de ahora.

Entónces me puse á bañarme la cara con agitación casi febril, y á chupar naranjas dulces con desesperación. Me puse de pié, me agarré de las vergas laterales, de las barandas, y marché.

Al hacerlo todos ellos al antiguo estandarte de Castilla con la artillería, las músicas y las voces de la gente en las vergas, ofrecía la rada un espectáculo grandioso.

Kernok subió con agilidad a las gavias y examinó el aparejo con la más escrupulosa atención; las averías eran numerosas, pero no inquietantes, y con la ayuda de los palos y de las vergas de recambio, comprendió que podría continuar su ruta y llegar al puerto más inmediato. Grano de Sal volvió a subir al puente, pero solo. ¡Y bien! dijo Kernok ; ¿dónde está mi mujer, animal? Capitán, es que...

Aquí, los grupos de marineros se destacan sobre los altos puentes ó las vergas de sus navíos, llamando la atencion por sus vestidos, dialectos y tipos diferentes, que corresponden á todas las regiones; y en medio de esos grupos circulan millares y millares de obreros, unos trabajando en la carga y descarga y la conduccion de los efectos, y otros ocupados en obras de carpintería ó en la carena de los buques.

Un gran barco carbonero estaba llenando sus calas y repartía en derredor una mancha negra, mientras algunos navíos mercantes, con las velas plegadas en las vergas y las chimeneas inactivas, balanceaban su mole sobre las ondas azules.

Como habían tenido la precaución de llevar cuerdas en la chalupa, les fué fácil sujetar firmemente a proa y a popa los dos remos, amarrándolos a las banquetas; partieron otro remo por la mitad para utilizar los trozos como vergas, y con la tela encerada y una manta hicieron las velas, atándolas por las puntas inferiores a las bordas de la chalupa.

Ciñendo mura babor nos manteníamos, sujetando al barco las gavias bajas, mayor cangreja y trinquetilla; todas las demás velas iban aferradas en sus vergas con dobles tomadores. El barco cada vez trabajaba más, por efecto del fuerte viento y grandes mares que por su dirección nos indicaban que el huracán corría del Nordeste.

Eran las ocho de la mañana y el vapor que debia conducirnos á Cádiz, tocando en Gibraltar, se balanceaba suavemente hacia la salida de la pequeña ensenada de Málaga, lanzando por sus dos altas chimeneas rojas sus espesas columnas de humo, que la brisa desbarataba en ondulaciones caprichosas arrojándolas sobre los arbolajes y las vergas de los numerosas fragatas mercantes que estacionaban en el puerto.