United States or Italy ? Vote for the TOP Country of the Week !


No demuestra su estrago, hasta que ha desmoronado i hecho venir á tierra la fábrica que sustentaba, i eso, cuando ni las manos ni la industria, ni la diligencia bastan á poner estorbos á su ruina.

Que él no quiere entrar aquí por , sino por usted. ¿Por ? No seas tonta replicó Clara, riendo con la mayor naturalidad. ¿Le dejo entrar? No, cuidado. Por Dios, no hagas tal. No vuelvas á hablarle más. ¿A qué tiene que venir aquí ese caballero?

La gente va marchando, pero viendo Que los tristes, que fueron delanteros, Murieron, del negocio se temiendo, Quisieran hallar todos agujeros. Salazar desmayò que va rigiendo; Desmayan los soldados compañeros, Que tantas flechas ven venir lloviendo, Que la tierra con ellas van cubriendo.

tal, replicó la hermosa Cunegunda, pero no siempre son mortales esos accidentes. ¿Y han sido muertos el padre y la madre de vm.? Por mi desgracia, , respondió llorando Cunegunda. ¿Y su hermano? Mi hermano también. ¿Pues porqué está vm. en Portugal? ¿cómo ha sabido que también yo lo estaba? ¿porqué raro acaso me ha hecho venir á esta casa?

Ni siquiera habrá venido a verle... También me lo figuro. No vendrá; ten por cierto que no vendrá». ¡Quién sabe!... se dejó decir la joven, sintiendo que se le apretaba la garganta. Te repito que no vendrá... Tengo mis razones para asegurarlo. Claro... ¡qué ha de venir...! Ni falta. Dices bien; ni falta. Gracias que te oigo una expresión filosófica. Ese hombre tiene ahora otros entretenimientos.

V. E. no ha sido elegido por el pueblo filipino sino por España, ¡razon de más para que V. E. trate bien á los filipinos para que no puedan reprochar nada á España! ¡Razon de más, mi General! V. E. al venir aquí ha prometido gobernar con justicia, buscar el bien...

El Padre Nones va a venir, y él le dará a usted consuelos que yo no puedo darle... Ahora recuerdo que usted tenía una idea maligna, origen de muchos pecados. Mire usted que si se la lleva consigo le ha de estorbar mucho por allá».

Un gran charco coagulado ante la chimenea anunciaba que la desgraciada se había herido allí. Un reguero de un rojo obscuro demostraba que había tenido fuerzas para arrastrarse hasta la cama. La criada, que había llamado a la justicia y alarmado al vecindario, ya no gritaba. Acurrucada en un rincón, con los ojos fijos en el cadáver de su ama, miraba ir y venir a toda aquella gente maquinalmente.

33 Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije a los judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; y ahora os lo digo. 35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 36 Le dice Simón Pedro: Señor, ¿a dónde vas? 37 Le dice Pedro: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora? Mi alma pondré por ti.

El reposo de aquel rinconcillo solitario trajo de nuevo los pensamientos familiares.. No, Lucía no podía llorar más, sus ojos secos no contenían lágrima alguna; lo que deseaba era descanso, descanso.... Habíanle prohibido Dios y la naturaleza pensar en la muerte; así es que empleando ingenioso subterfugio, pensaba en un sueño muy largo, que no tuviese fin.... Absorta, vio venir a Sardiola corriendo.