United States or Mexico ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ni yo quiero que te metas monja, sino todo lo contrario, ni por más que miro alrededor de ti descubro los peligros que te cercan. Yo no deseo que te vengues de doña Inés ni de nadie; pero, en todo caso, de ella y no de tendrás razón para vengarte. Y perdona, además, que sea franco contigo y que te acuse de un pecado constante y aun prolijo en ti: tu hipocresía tenaz.

Una sola palabra. ¿Quieres que traiga aquí á doña Clara? No... no... no quiero atormentarla... ella no tiene la culpa... dejad á doña Clara en paz. ¿Pero no habías pensado vengarte?... Me vengaré, Manuel, pero noblemente. Aborrezco á esa mujer, pero sólo como á una cosa que me hace daño... no quiero ser infame... que nada sepa doña Clara... no hay necesidad, basta con que lo sepa él.

Déjame por heredero, que yo te prometo transmitírselo íntegro y aun con aumento.... D.ª Carmen guardó silencio limitándose a hacer un signo negativo con la cabeza. El duque se levantó como si fuese presa de una violenta emoción. , ; bien lo comprendo. no me perdonas algunos leves extravíos hijos del capricho y la tontería. Aprovechas la ocasión que se te presenta para vengarte.

Vamos, no es posible explicar cómo eran. Chemed tenía cerca de treinta y cinco años. Mutileder no había conocido a su madre. No sabía lo que era la amistad y el cariño de la mujer. ¡Pobrecito mío! exclamaba Chemed. ¡Pícaro Adherbal! No paga con la vida el mal que te ha hecho. Haces bien en querer vengarte y salvar a Echeloría de las garras de ese monstruo.

Ester rechazó la medicina que le presentaban, fijando al mismo tiempo con visible temor las miradas en el rostro del hombre. ¿Tratarías de vengarte en la inocente criatura? dijo en voz baja. ¡Loca mujer! respondió el médico con acento entre frío y blando. ¿Qué provecho me vendría á de hacer daño á esta pobre y bastarda criatura?

Á estas palabras, primer rayo de luz en la oscuridad que le envolvía hacia dos años, Jacobo se estremeció y toda su inteligencia se puso en tensión para penetrar el misterio. ¡Ah! Empiezas al fin á confesar, infame... ¡Querías vengarte! , contestó Lea con energía. Lo quise porque me obligaste. Y la mayor parte de lo ocurrido lo hizo la casualidad.

Y has cometido la imprudencia de decirle que el venir á tu casa podía robarle la paz de la suya... no quieres vengarte. Os juro que me vengaré; que me vengaré de una manera cruel. El bufón movió la cabeza en un ademán de duda, de incredulidad. , me vengaré insistió ella. ¿Y cómo? Ya lo veréis. No... adivino. Yo haré de modo que en su vida me olvidará.

Debe herirte demasiado lo que hago contigo, y yo, que adoro la venganza, reconozco el derecho y la necesidad que tienes de vengarte de . Cuando puedas, mátame, hazme pedazos; pero entre tanto, sírveme. El duque no contestó; estaba lívido de cólera, se le saltaban los ojos de las órbitas.

Y Alcaparrón reía como un mono, frotándose las manos al hablar del saqueo, halagado en sus atávicos instintos de raza. Un antiguo gañán de Matanzuela le recordó a su prima Mari-Cruz. Si eres hombre, Alcaparrón, esta noche podrás vengarte. Toma esta hoz y se la metes en el vientre al granuja de don Luis. El gitano rehusó la mortífera herramienta, huyendo del grupo para ocultar sus lágrimas.

Te quejas de que ya no es tu esposa; pues ese afecto que te falta y ha trastornado tu existencia lo tienen otros. En tus propias barbas han cortejado á tu mujer y te la han robado. alguna vez piensas vengarte, ve en busca de los que la confiesan. El millonario sonrió con desdén.