United States or Mozambique ? Vote for the TOP Country of the Week !


Es necesario evitar que eso suceda; pero nos volveremos á ver... , nos volveremos á ver... siempre que podamos, sin causar sospechas; en lugar retirado, donde nadie nos vea, donde nadie nos conozca; yo... guardaré vuestro secreto... no os hablaré jamás de ella... no me hablaréis de ella vos... nos veremos mientras vos queráis que nos veamos... después... después... si me abandonáis... yo os veré... iré cubierta con mi manto á la iglesia donde vos vayáis... cuando represente, si estáis en el teatro, yo os haré conocer sin que nadie lo conozca, que represento para vos; mi pensamiento será siempre vuestro... os lo juro... pero ahora idos.

No por Dios, dijo doña Guiomar, tomando la medalla que el familiar la daba y poniéndosela al cuello, que no quiero yo que por seáis idólatra y os condenéis; tanto más, cuanto que yo no podría corresponderos, porque aborrezco el amor, principio y causa de todas las malas aventuras que a la mujer la avienen; y porque es ya tarde y el sueño me pesa en los ojos, y porque veo que la Santa Inquisición está ya, en vos, convencida de que yo aliento buena y vieja sangre católica, apostólica, romana, sin que haya en ella la más mínima partícula no limpia, ruégoos os vayáis, y si quisiereis volver a verme, lugar habrá en hora no tan incómoda y más conveniente para mi recato.

Ese cobertizo es el gallinero; el que le sigue, leñera, y este otro de enfrente con honores de casita con la mitad de la panza fuera del cercado, cuadra y pajar... Después os enseñaré la planta baja y el piso alto y hasta los desvanes, para que os vayáis orientando dentro del venerable palomar de Peleches.

¿Por la ella del enredo? ; ¿cómo os ha ido con el rey? Me dejásteis temblando. Y allá se queda él confuso. ¿Tanto le habéis dicho? Al contrario, no le he dicho nada. Pero decidme, ¿por qué ansiais? Porque vayáis á ver al momento á doña Clara de Soldevilla. ¿A tan hermosa dama me enviáis? Vos podéis ir á ella sin que yo os envíe. Me estoy bien donde me quedo... ¿Llámame doña Clara? .

Os amaría menos, nada quizá, aunque esto sería muy difícil, si llevarais la vida que llevan todos aquellos a quienes he desechado... Cuando pueda seguiros os seguiré, y donde quiera que estéis, allí estará mi deber; donde quiera que vayáis, irá mi felicidad, y si llegara día en que no pudierais llevarme, día en que debierais partir solo, pues bien, Juan, ese día os prometo que tendré valor suficiente para no quitaros el vuestro... Y ahora, señor cura, no es a él, sino a vos a quien me dirijo... quiero que respondáis vos, y no él.

9 Mas acerca del amor entre los hermanos no tenéis necesidad que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os mostréis caridad los unos a los otros; 10 y también lo hacéis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que vayáis creciendo;

No, no negáis... Será bien que vayáis vos en persona: en vez de negar, afectaréis como que la hacéis una gran confianza, y la diréis: su majestad es muy grave, muy cuidadoso de su decoro; su majestad no quiere que nadie, ni vos misma, sepáis que os ama... que os visita... Su majestad vendrá á veros, y le recibiréis sin luz: debéis ser muy prudente, y en las visitas que su majestad os haga, no indicar ni por asomo que le conocéis.

De unas estocadas... Ni aun con la lengua las doy hace un siglo. Pues señor dijo el rey , ahora veo que no os he llamado para nada. Me ha llamado, indudablemente, vuestra majestad, para que venga. Y siendo venido para que os vayáis. Y el rey bostezó más profundamente, se escurrió á lo largo de las almohadas y se rebujó. Dios á vuestra majestad muy buenas noches dijo Quevedo.

Entrad, pues, y en entrando oíd lo que habéis de hacer dijo la joven, que joven era á juzgar por la voz la que hablaba, y cerró la puerta quedando los tres en un espacio obscuro. ¿Os han dado algún mandato para ? dijo Quevedo. Mi señora me ha dicho que su majestad os está esperando, que vayáis á su cuarto y os hagáis anunciar por la servidumbre. De las dos majestades, ¿cuál me espera?

¡Cáspita! dijo Rafael , ¡qué trozo de elocuencia! Tía está inspirada, iluminada; votaré por su candidatura a diputado a Cortes. Tampoco vayáis continuó la marquesa a introducir el espantoso suicidio, que no se ha conocido por acá, hasta ahora, que han logrado entibiar, sino desterrar la religión. Nada de esas cosas nos pegan a nosotros.