United States or Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


El capitán lo era, lo mismo que su camarilla o guardia negra, con quien se entendía en vascuence. Yo iba a formar parte de esta camarilla. No era raro, síno muy frecuente, que los armadores de barcos corsarios o negreros escogieran capitanes de puertos lejanos; así, los de Saint-Malô tomaban un capitán de Burdeos; los de aquí, uno del Havre o de Honfleur.

El rigodón oficial Un borracho ante un apellido vascuence. Fin de la fiesta aniyaya nang bayan. A los pocos días de llegar á la cabecera se recibieron en el Gobierno aprobadas las actas de las elecciones en la forma que las había redactado el Alcalde.

Dijo algunas palabras en vascuence, y una mujer que había dentro se inclinó para ver a Miguel. No hay inconveniente contestó en castellano. ¿Viene por mucho tiempo ese caballero? No decir a V., señora dijo aquél terciando. Probablemente todo el mes.

No creo que la Iñure llegase a decir dos palabras seguidas en castellano; pero, en cambio, se expresaba en vascuence con una rapidez vertiginosa, en tono de persona que reza. La Iñure tenía una hermana, la Joshepa Iñashi, que era, al mismo tiempo, cerora de la iglesia y mujer del sacristán. La Joshepa Iñashi vivía en una casa antigua y negra, próxima a la parroquia y dependiente de ésta.

De las pilastras pendían, como banderas de victoria, los estandartes de las diversas peregrinaciones, y cubrían las paredes lápidas conmemorativas en vascuence y algunos cuadros horribles, inmortalizando la coronación de la Virgen.

Al acercarse al sitio indicado por Martín, oyeron una voz que cantaba. Sorprendidos, fueron despacio acortando la distancia. No serán las brujas dijo Martín. ¿Por qué las brujas? preguntó Briones. ¿No sabe usted que estos son los montes de las brujas? Aquel es el monte Aquelarre contestó Martín. ¿El Aquelarre? ¿Pero existe? . ¿Y quiere decir algo en vascuence, ese nombre?

Sentóse este en la cama alegremente sorprendido, y recobrando con la vida su humor chancero, tiróle a la mujer lo primero que halló a mano, una almohada, soltando un gran grito, un ¡polaina! formidable que la hizo saltar en el sillón despavorida, murmurando algunas palabras en vascuence.

En el camino mi capitán me explicó en vascuence que la visita la hacíamos principalmente a la señora de Cepeda, una vascongada, paisana nuestra, casada primero con Fermín Menchaca y después con don Matías Cepeda, un almacenista, socio del primer marido. Desembarcamos en el muelle, pasamos la puerta del Mar y seguimos por una calle próxima a la muralla.

Lo que no me explico es por qué no lo lee usted. Es que la indicación está en vascuence, y no comprendo bien el sentido. Bueno, vamos a verlo. Tomé el devocionario, escrito en inglés, y vi que varias letras estaban marcadas con lápiz. Hay que unir todas las letras señaladas me dijo el viejo.

Mi madre se pasaba casi todo el día con mi abuela; pero no quería ir a vivir con ella, conociendo de sobra el carácter dominador y absorbente de doña Celestina. La casa de mi abuela se llamaba Aguirreche, en vascuence, Casa de Aguirre, y era, y sigue siendo, de las mejores del pueblo.