United States or Cocos Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mas al ver delante de aquel hombre pequeñito, insignificante en su persona hasta la vulgaridad, llano en el decir hasta el desaliño, que jamás sacaba las manos de las mangas, como no fuera para tomar rapé en su tabaquera de cuerno, y ponía de manifiesto con deplorable frecuencia un pañuelo de hierbas insolente de puro feo, a cuadros azules y amarillos, con algunos vivitos verdes, trocóse su recelo en desprecio, y con la desdeñosa frialdad que guarda el grande orgullo para el pequeño que juzga empingorotado sobre una superioridad usurpada, manifestóle su deseo de reconciliarse con su mujer, olvidando todo lo pasado, y expresóle su voluntad de que fuera él mismo quien aconsejara a la esposa abandonada acceder a sus pretensiones.

De este modo se vió atropellada por la ambicion y codicia de cuatro ó seis sugetos, la grandeza del Todo-Poderoso, profanados sus templos, despreciadas sus sagradas imágenes, usurpada la inmunidad de las iglesias por las casas de los Rodriguez, pues estas eran el mejor asilo para escapar de la muerte; como lo consiguieron varios europeos, ya fuese por las alianzas de una antigua amistad, ó ya para cohonestar sus atroces delitos, con algunos hechos piadosos: pero la casa del Señor, sus altares y tabernáculos se vieron polutos, despreciados y ultrajados por esta vil canalla.

Por tanto, Solís debe descender de la altura usurpada, que se le ha señalado, al paraje más modesto que le compete, lo cual no obsta á que se estime y alabe su habilidad en la invención y arreglo de un plan, su viveza en observar y representar las costumbres y los caracteres, la elegante precisión de su lenguaje y la agudeza de su ingenio.

Pues este que aquí ves, este nieto de mi abuela, cuando quiere significar su desprecio al Poder público; cuando quiere dar una bofetada a cualquiera que represente la autoridad usurpada y la ley tiránica, lo hace cara a cara, a pecho descubierto, poniéndose entre el peligro y la inmortalidad, entre el verdugo y la gloria. ¡Pero disparar cohetes en la sombra, asustar a las mujeres y desesperar a los de Orden público!... Reflexiona, hijo mío añadió, después de una pausa, con tonillo de propaganda evangélica que sabía adoptar en ciertos casos ; reflexiona en que si quieres educar tus virtudes cívicas, y llegar al grado de estimación pública a que hemos llegado los que estamos llenos de heridas, los que hemos ido de calabozo en calabozo, los que hemos comido ratas...».

Los Brenay son burgueses de partícula usurpada y no pertenecen en modo alguno a la aristocracia... Yo soy de tan buena familia como ellos, y jamás he tenido tales pretensiones... en los tiempos en que las tenía añadió la amable vieja. Menos mal dejó escapar Francisca por lo bajo. ¿Usted ha tenido pretensiones? preguntó alegremente la de Aimont tratando de evitar la tempestad que amenazaba.