United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


DON URBANO. El acto resultará brillantísimo. MARQU

CUESTA. ¡Cosas de chicos! EVARISTA. No puede usted figurarse, amigo Cuesta, lo incomodada que me tiene esta niña con sus chiquilladas, que no son tan inocentes, no. CUESTA. Veamos. DON URBANO. Eso es: «del cosmos, simbolizando en su luminosa mirada, en su boca divina, el poderoso agente físico que...» Pues aquí hay otra. CUESTA. ¿A ver, a ver esa? EVARISTA. Hija, tu cuerpo es un buzón.

Los mismos; MÁXIMO por el foro, presuroso, con planos y papeles. MÁXIMO. ¿Estorbo? EVARISTA. No, hijo. Pasa. MÁXIMO. Dos minutos, tía. DON URBANO. ¿Vienes de Fomento? MÁXIMO. Vengo de conferenciar con los bilbaínos. Hoy es para un día de prueba. Trabajo excesivo, diligencias mil, y por añadidura la casa revuelta. EVARISTA. ¿Pero qué te pasa?

Nos libra de una tutela enojosa, molestísimaEsto es un decir, Urbano, un suponer... DON URBANO. ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo? CUESTA. No... Este maldito corazón no se lleva bien con la voluntad. DON URBANO. Descansa, hombre. Por qué no te echas un rato?... CUESTA. ¿Pero sabes lo que tengo que hacer? DON URBANO. Escríbelas aquí. CUESTA. ... Aquí me instalo.

BALBINA. José corrió a enterarse. Pronto sabremos... DON URBANO. ¿Y el crío, dónde está? BALBINA. En el cuarto de Patros le escondió la señorita con el propósito de llevárselo por la noche a su cuarto, y tenerle allí consigo.

Para que se tenga una historia completa de estas donaciones me parece del caso decir, que el papa Urbano II á 16 de las calendas de mayo, año de la encarnacion 1095, concedió al rey D. Pedro, el conquistador de Huesca, y á sus sucesores las décimas y primicias de todas las tierras que ganáran de los moros.

Preciso es declarar que el clero vetustense, aunque famoso por su intransigencia en cuestiones dogmáticas, morales y hasta disciplinarias, y si se quiere políticas, no había puesto nunca malos ojos a la proximidad del progreso urbano, y antes se felicitaba de que Vetusta se transformase de día en día, de modo que a la vuelta de veinte años no hubiera quien la conociese.

Por esto Evarista, que es la misma previsión, ha pensado en someterla a un régimen sanitario en San José de la Penitencia. CUESTA. Permíteme, querido Urbano, que disienta de vuestras opiniones. Dirás que quien me mete a ... DON URBANO. Al contrario... Como buen amigo de la casa, puedes darnos tu parecer, aconsejarnos...

D. Félix de Castro, Capitan de Patricios; el Sr. Dr. D. Alejo Castex, Abogado de esta Real Audiencia, y Teniente Coronel urbano; el Sr. D. Nicolas Vedia, Teniente del regimiento fijo de infanteria; el Sr.

Recibió al mediodía una carta de ellos anunciándole que esta tarde vendrán, acompañados de un notario, a requerir a la niña para que declare si acepta o rechaza la herencia. EVARISTA. ¿Y ante esa conminación...? DON URBANO. Nada: tan tranquilo el hombre, repitiendo la fórmula que le pinta de un solo trazo: «Confío en DiosLos mismos; MÁXIMO, el MARQU