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Ya la pálida novia que esperabas en busca de tus brazos ha llegado a enfriar los ardores de tu carne y a calentar las nieves de tu tálamo. El juego de sus dedos ha deshecho el trenzado de sedas del peinado y la luz moribunda de tu lámpara al soplo de su aliento se ha apagado. Sonríe, poeta del dolor, sonríe; la hora de los besos ha sonado...

No se recuerda quién, pero él piensa que Anita, se atrevió a manifestar el deseo de una separación en cuanto al tálamo quo ad thorum . Fue acogida con mal disimulado júbilo la proposición tímida, y el matrimonio mejor avenido del mundo dividió el lecho. Ella se fue al otro extremo del caserón, que era caliente porque estaba al Mediodía, y él se quedó en su alcoba.

El conocimiento que cada cual tenía del otro los hizo prudentes, rehuyendo un choque formidable que había de ser funesto. Pero vino al fin. Se dijo entre los murmuradores que Osorio, cansado de la indiferencia y los desdenes de su esposa, en una hora fatal de ira y desesperación la había ultrajado con su misma doncella y en el mismo tálamo nupcial.

No le amo: prendado de mi hermosura me pidió en casamiento, y yo solo consentí con la esperanza de ser repudiada. No comprendo á qué fin te has envilecido pasando por el tálamo de un hombre á quien no dabas tu .

Logró entrar disfrazado en la casa de su amada, la vio bailar en medio de los convidados, y traspasado de dolor abandonó aquel sitio de tormento y se introdujo en el aposento arreglado para el tálamo de los novios. Concluido el festín y despedidos los convidados, se recogieron los desposados a su cuarto y Marcilla no pudo salir del sitio donde estaba escondido.

Ya os casaréis, y ya, cual dulce tórtola Que mató el lazo o cazador mortífero Que el alto nido derribó del álamo, Lleno de sangre dejaréis el tálamo. Salen JARIFA y CELINDO. JARIFA. ¿La voz, dices, de mi bien? CELIND. Digo que le llamar. ABIND. A Jarifa siento hablar Y a Celindo oigo también. Tiemblo, la sangre me acude Al corazón.

"Pasóse la noche; vino el día, cuya alborada fué regocijadísima, porque con nuevos y verdes ramos parecieron adornadas las barcas de los pescadores; sonaron los instrumentos con nuevos y alegres sones; alzaron las voces todos, con que se aumentó la alegría; salieron los desposados para irse a poner en el tálamo donde habían estado el día de antes; vistiéronse Selviana y Leoncia de nuevas ropas de boda.

Excitada de súbito mi imaginación, me consideré ya como novio de la monja, y saltando por encima de todos los pasos que debían, como es lógico, preceder a este beatífico estado, me recreaba pensando en la originalidad de conducir al tálamo a una religiosa.

Pocas horas después, Luis, Justa y Soledad agitaban los pañuelos en el andén de la estación, mientras la pareja feliz les saludaba con los suyos asomada a la ventanilla del sleeping, lecho con ruedas, tálamo ambulante, símbolo acaso sobrado casto para quien tal idea tenía del amor.

Ahora que no vive, la contemplo libre de las transformaciones que el mundo y el contacto del mal le imprimían; ahora no temo la infidelidad, que es un rozamiento con las fuerzas de la Naturaleza que pasan junto a nosotros; ahora no temo las traiciones, que son proyección de sombra por cuerpos opacos que se acercan; ahora todo es libertad, luz; desaparecieron las asquerosidades de la realidad, y vivo con mi ídolo en mi idea, y nos adoramos con pureza y santidad sublimes en el tálamo incorruptible de mi pensamiento.