United States or Chile ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dista Moraya de Tupiza 10 leguas de camino muy fragoso, la mitad cuestas y barrancos, y la otra mitad de profunda quebrada, por donde desciende un rio que se vadea muchas veces, y como á dos leguas de aquella villa, es inevitable una angostura de medio cuarto de legua, en que no pueden ir mas que dos hombres de frente, y á los lados tiene unos peñascos escarpados, de altura extraordinaria, que forman un callejon tortuoso, muy á propósito para que un corto número de hombres contenga y resista al mas numeroso ejército.

Este no esperado accidente atemorizó á los demas que acompañaban á Condori, y aturdidos emprendieron una fuga precipitada, para incorporarse con los mas distantes, entre quienes llevaron el desórden: é introduciéndose entre todos la confusion, que regularmente causa la diversidad de pareceres, no pensaron mas que en la fuga, dejando en manos de los nuestros á su venerado general, que llevándole bien asegurado, siguieron á la Gran Chocalla en busca de los tres hermanos, que tuvieron igual suerte, y al sexto dia de su salida, regresaron á Tupiza con todos estos reos, llenos de satisfaccion gloriosa, y con no poco contento de algunos españoles, porque veian recuperada mucha parte de las riquezas que les habia usurpado.

"Nuestro Señor guarde á V.S. muchos años. Tupiza, y Marzo 17 de 1781." Antolin de Chabarri. Manuel de Montellano. Pedro Pizarro Santander. José Leon de los Rios. José Dávalos. Pedro Julian Calvete. Ramon Ignacio Dávalos. José de Burgos. Alberto Puch. José Martinez. Felipe Aranibar. Señor Comandante General D. José Reseguin.

D. Antonio José de Iribarren, eclesiástico de recomendables circunstancias; de acrisolada fidelidad al Soberano, quien le impuso igualmente de la fermentacion en que estaban aquellas inmediatas provincias, los riesgos que habia padecido por mantener en la debida subordinacion á sus feligreses, y el terror pánico de que estaban poseidos los vecinos españoles, á vista de los estragos que cometian los rebeldes, habiendo sacrificado á su ira, la noche del 6 al 7 de aquel mes en la villa de Tupiza, al corregidor D. Francisco Garcia de Prado y algunos de sus dependientes; y que igual suerte habia tenido D. Francisco Revilla, corregidor de la de Lipes, hallándose fugitivos de las suyas, D. Martin de Asco, que lo era de la de Cinti, y D. Martin Boneo, de la de Porco.

Luego que el agresor publicó la muerte de su corregidor y demas que le acompañaban, entraron los sediciosos en su casa, saquearon cuanto en ella habia, y durante la noche cometieron muchos excesos y desórdenes en la poblacion y sus inmediaciones, como en la hacienda de Salo, donde, alentados los indios con el ejemplo de Tupiza, conspiraron contra su dueño, D. Salvador Paxsi, á quien cortaron la cabeza y se apoderaron de los cuantiosos bienes que poseia: por cuyo medio y otros de igual naturaleza, se desembarazó Laso de los sugetos que podian causarle sugecion, y libre ya de este obstáculo, pensó solo en asegurarse el dominio que se habia propuesto.

Que representaba con mucha autoridad, adornado de las insignias correspondientes, el carácter que suponia; que hablaba con entereza, manifestaba tener espíritu y resolucion, con alguna habilidad para desempeñar el mando que obtenia, y que premeditaba atacar á Tupiza, para libertar á los delincuentes que estaban aprisionados en sus cárceles.

Cuando pasó la frontera de Salta, se halló este oficial en el centro de una gran insurreccion que devoraba la provincia de Chichas. Suipacha, Cotagaita, Tupiza, estaban en manos de los insurgentes, que en esta última ciudad habian imitado el ejemplo de Tupac-Amaru, ahorcando á su corregidor.

A cada una señaló un vecino del pueblo, que se dirigiese y apostase al paraje señalado, y despues de haber hablado con entereza á sus soldados, representándoles su obligacion, el órden que debian observar, la obediencia y resolucion en el obrar, dobló el cuidado y el silencio para seguir á Tupiza.

D. José Reseguin, Teniente Coronel de Dragrones, Comandante en Gefe del cuerpo de esta clase destinado á la plaza de Montevideo y comisionado por el Superior Gobierno de Buenos Aires á la pacificacion de las Provincias sublevadas del Perú. "Hago saber, que habiendo llegado á esta villa de Tupiza con una porcion de gente, de la que ha dispuesto pase á la ciudad de la Plata, el Exmo.

Concluidos los asuntos criminales, cuidó Reseguin de significar á los leales moradores de Cotagaita, haria presente al Soberano su acrisolada fidelidad, y les exhortó á la continuacion de sus buenos propósitos, dándoles las gracias en nombre del Rey por sus distinguidos servicios: á que correspondieron aquellos vecinos, juntamente con los de Tupiza y demas españoles que habia librado en toda la provincia, con las mas expresivas demostraciones de respetuoso agradecimiento, aclamándole su libertador, y ofreciendo dirigir al Altísimo los mas solemnes votos por la felicidad de quien les habia restituido en la antigua pacífica posesion de sus casas y haciendas.