United States or Saint Martin ? Vote for the TOP Country of the Week !


El astuto médico, con previsora serenidad y sin ninguna gana de acabar también trágicamente, desapareció como por ensalmo, yéndose por el lado opuesto al harén y escondiéndose donde pudo. Oportunísima fue la fuga. El entusiasmo heroico y destructor de los cuatro eunucos rayó en delirio y no tuvo límites al ver muerto y en medio de una charca de sangre a su querido y augusto amo.

Renacía en su memoria tal como la había contemplado en el dormitorio, con los ojos acuosos, agrandados por el dolor, y una perla pendiente de sus lagrimales, trágicamente bella, como las vírgenes que tienen sobre las rodillas el cuerpo del hijo crucificado... ¡Máter dolorosa! Pero una segunda persona que parecía hablar en el interior del príncipe con fría clarividencia protestó de esta imagen.

Al cabo de un rato, tras mucho rociarle su marido el rostro con Jerez, volvió en ; pero enteramente transformada. Ya no era la arpía que araña, ni la euménide que desgarra, sino una terrible y serena parca que, extendiendo trágicamente el brazo hacia la puerta, dijo en olímpico reposo: Señor mío, vámonos; en casita ajustaremos cuentas. Después enmudeció, como si se hubiese tragado la lengua.

Ciertamente no eran tales asambleas en muchas ocasiones lo pacíficas que es de suponer entre clérigos regulares, y las crónicas de los institutos religiosos y la tradición de personas ancianas conservan la memoria de algunas de estas reuniones que terminaron trágicamente como el famoso Rosario de la Aurora.

Imaginémonos ¡qué cosa más horrorosa sería una revolución hoy, entre toda esta gente difrazada con nuestros trajes modernos, imposible de evocar trágicamente con aires de ópera!

Averiguan después que el traidor Octavio ha muerto trágicamente en las montañas al saber lo ocurrido.

Ella era doctora de la Universidad de Melbourne; doctora en música... Jaime, disimulando el asombro que le causaban estas noticias de un mundo lejano, hablaba de él, de su familia, de su país, de las curiosidades de la isla, de la caverna de Artá, trágicamente grandiosa, caótica como una antesala del infierno; de las cuevas del Dragón, con sus bosques de estalactitas luminosas, cual un palacio de hielo, y sus lagos milenarios y dormidos, de cuyo profundo cristal parecía que iban a surgir mágicas desnudeces semejantes a las de las hijas del Rhin que guardaban el tesoro de los Nibelungos.

Lo cierto es que su gentileza ya mencionada, su discreción, despejo y buen trato, se hicieron notorios en Jerusalén, y que las damas le ponían en las nubes. Hasta un no qué de torvo, de melancólico y de trágicamente distraído, que había en su lindo semblante, le hacía más grato a las damas.

El chiste está en que el nigromántico, con toda su magia, si bien adormece á la dama, no atina á despertar en él ó á resucitar algo que hacía años dormía ó estaba muerto, y se lleva un chasco feroz, quedando en salvo la honestidad y entereza de la dama, con apacible risa y júbilo de los lectores. Si el Ariosto hubiera tratado el suceso trágicamente, lo hubiera errado.

Luego pensó que Ra-Ra era una reducción de su persona, y esto le hizo encontrar más lógica la conducta de miss Margaret, ó sea de Popito. Pero ¿qué podía hacer él, pobre gigante, para salvarse á mismo?... Quedó pensativo, mientras la joven, imaginándose que aún intentaba resistirse á sus ruegos, los repetía con una expresión trágicamente desesperada.