United States or Central African Republic ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si la ha libertado V., habrá sido por una serie de casos fortuitos: porque vió V. á Clara y la reconoció; porque Clara es bonita, ya que, si hubiera sido fea, no se hubiera V. entusiasmado tanto, ni la vanidad de padre hubiera provocado con ímpetu el amor de padre, y porque, en suma, tiene usted bastante dinero que dar, y halla V. un hidalgo con bastante poca vergüenza para tomarle sin motivo justificado.

Un día, en su sala de ceremonias dio de manos a boca con un niño de uno de los criados, que se aventuró a llegar hasta allí, y quiso tomarle en sus brazos: pero el niño huyó ante su hosco y arrugado semblante. Por todo esto, pareciole muy pertinente reunir en su casa la buena sociedad de San Francisco, y de entre aquella exposición de doncellas elegir la compañera de su hijo.

En nombre del orgullo, en nombre del amor, que con el orgullo nació de súbito en su alma, si bien con bastardo e impuro nacimiento, Elisa se resolvió a luchar, a aventurarlo todo por atraer de nuevo al Conde y por quitárselo a doña Beatriz y tomarle ella.

Ella guarda silencio y se ase a la balaustrada. La espuma baila delante de sus ojos y se tiñe de mil colores. Gertrudis dice el joven tratando de tomarle la mano; he venido a decirte adiós para siempre. ¿Vas a dejarme partir sin una palabra? Y yo, yo he venido para dar reposo a mi alma; dice ella, retrocediendo ante la mano que la toca.

Me sentí presa de una compasión infinita; tenía ganas de tomarle las manos y decirle: Tén confianza en , soy fuerte; déjame participar de tu dolor. Cuando alzó los ojos, tuve miedo de que hubiera notado mi mirada; me puse rápidamente de rodillas delante de la cuna y apoyé mis labios en el tierno rostro del niño que se estremeció a mi contacto, como si hubiera experimentado un dolor.

Por dar órdenes, hasta le dijo lo que había de mandar traer de la plaza al día siguiente, y al otro y al otro. «Y cuidado con dejar de tomarle la cuenta a la muchacha, al céntimo, pues Torquemada dice que no la abona y no hay que fiar... Si te falta algún cacharro en la cocina, no lo compres; yo te lo compraré, porque a ti te clavan... Nada de comprar petróleo en latas... el fuego me horripila.

Entonces supo que el tío Tomás era quien había denunciado a Andrés como raptor de su hija Rosa. El juez, en cuanto averiguó que el joven detenido era hijo de un antiguo ministro del Tribunal Supremo, a quien conocía de nombre, escritor público y hacendado, se apresuró a venir a tomarle declaración. Después, mediante fianza, decretó la excarcelación.

Nadie necesitaba tanto como él que se le llamase al orden, y sobre todo, lo que más falta le hacía era que le recortaran la bebida, porque aquello no era ya boca, era un embudo. Jacinta presintió la jarana, y tomando una resolución súbita, tiró del brazo a su marido y se lo llevó, a punto que este empezaba a tomarle el pelo al inglés.

Con esto, nos contábamos cien mil niñerías y acaecimientos de nuestros vecinos y conocidos, y a lo que más se entendía mi desenvoltura era a tomarle, casi por fuerza, una de sus bellas y blancas manos, y llegarla a mi boca, según daba lugar la estrecheza de una baja reja que nos dividía.

¿Quién podrá, por consiguiente, tomarle cuenta de la sangre que se derramó, de las lágrimas que se vertieron, de todo lo que pudo suponer aquella lucha postrera de la actual generación cubana, cuando él fue la primera víctima, prestándose a su propia inmolación?