United States or Sudan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tras no pocas insistentes preguntas y no menos vagas respuestas que mediaron, mientras tomamos chocolate, vine á perder la esperanza de lograr mi deseo. Pasaron algunos días y una tarde en que con mi amigo respiraba la fresca brisa, sentados en la espaciosa azotea de su casa, pasó por la calle una procesión en la que todos los alumbrantes eran muy viejos.

Tomamos el camino del borde mismo del acantilado; las olas batían allí abajo haciendo estremecerse el monte. La niebla iba ocultándolo todo, y el mar se divisaba a ratos con una pálida claridad que parecía irradiar de las aguas. Contemplábamos atentos el telón gris de la bruma.

Pero los dos éramos demasiado presuntuosos para volver atrás, y guiándonos por las indicaciones de los postes, seguimos nuestro camino hacia Glatigny. »Me acuerdo de que se nos antojó muy largo el camino; que tomamos a un corzo por un lobo, y a unos pacíficos campesinos por feroces bandoleros.

Volvímos á Flüelen, y en vez de embarcarnos de nuevo en un vapor para dirigirnos á Schwyz por Brunnen, tomamos una pequeña barca manejada por solo un remero. Este era el único medio de poder apreciar de cerca las magnificencias geológicas de la parte del Waldstatter llamada lago de Urí.

Con esto llegamos al hotel, situado al otro extremo de aquella misma calle; elegimos habitaciones, que nos parecieron excelentes; y como entonces se nos advirtiera ó notificara de oficio que en aquel establecimiento se almorzaba á las once en punto, batimos palmas en señal de alegría, y tomamos en seguida la escalera abajo, á fin de aprovechar la hora y pico que faltaba para la canónica del almuerzo, en dar el primer paseo artístico por la ciudad de los Fonsecas y Maldonados.

Cubriéronse entonces apresuradamente la cabeza las mujeres; tomamos cada cual un cirio de los que cuidaban los dos hombres, y dímosle otro a don Pedro Nolasco que se había movido hacia el grupo; y siendo yo parte principalísima de él, con él llegué bien pronto, a todo andar y casi arrollando al aturdido gigante, al balcón de la cocina.

Convencido de que cuanto más ahondara en el informante, más negros habían de salirme los informes que buscaba, y deseando perder de vista cuanto antes aquel cuadro de desolación, dije al espolique: Y ahora ¿por dónde tomamos? Tou por derechu me respondió. Pues hala, y a buen andar, si puedes.

Hacía un día frío; tomamos la carretera y fuimos marchando por la costa, azotados por una lluvia menuda. Allen y Ugarte no querían hablarse. Para no tener relación el uno con el otro, Ugarte me hablaba en castellano y Allen en inglés. ¡Que por un canalla miserable tengamos que andar así! murmuraba Allen, entre dientes.

Así, tan luego como terminamos nuestra rápida inspeccion de Estrasburgo, tomamos el ferrocarril que corta el departamento en direccion á Paris, y seguímos la via lateral que conduce al Palatinado por Haguenau y Weissenbourg.

Una letanía de Magdalena terminando con una carcajada interrumpió su peroración. Yuba-Bill acabó la paciencia; tomando del camino una pesada piedra derribó la verja, y seguido del correo penetró en el cercado: nosotros tomamos la misma dirección.