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Gregoria, no me tientes la paciencia... ¿Quién es? Di, vamos a ver. Gregoria, no me tires de la lengua. Y lo creo que tiraría de ella y se la arrancaría con mucho gusto; ¡qué hombres estos! tienen una mujer buena, que les quiere, que les mima, que les cuida cuando están enfermos, y el pago que la dan es engañarla, traicionarla, burlarla, con esas mujeres de la calle, que así son ellas.

Con la superstición de los enamorados y de todos los que esperan, buscaba ciertos lugares preferidos por la viuda, creyendo que de este modo tiraría de su pensamiento lejano, obligándola á venir. Los estanques de los moluscos le atraían especialmente. Recordaba que Freya le había hablado algunas veces de esta sección.

Entonces, ¿por qué me llamaba usted con la mano hace poco? ¡Qué gracioso! ¡Ni que fuera usted perrito! Si fuera perrito, ¿sabe usted lo que haría en este momento? ¿Qué? La lamería la cara. Hombre, ¿sabe usted lo que haría yo con usted entonces? Vamos a ver. Le cogería por el pescuezo y le tiraría a la carretera. No lo creo.

Antes de partir, el doctor habló con Guillermina en la sala, diciéndole que aquello no podía menos de acabar mal, y que a todo tirar, tiraría dos días... Acercábase Fortunata para enterarse de esto, cuando vio entrar inesperadamente a una persona cuya presencia le hizo el efecto de una descarga eléctrica. «¡Jesús, esa mona otra vez...!, yo me voy».

Si él quiere volver a embarcarse con su pierna de palo, su brazo roto, su ojo de menos y sus cincuenta heridas, que vaya en buen hora, y Dios quiera que no vuelva a parecer por aquí...; pero no irás, Alonso, no irás, porque estás enfermo y porque has servido bastante al Rey, quien por cierto te ha recompensado muy mal; y yo que , le tiraría a la cara al señor Generalísimo de mar y tierra los galones de capitán de navío que tienes desde hace diez años... A fe que debían haberte hecho almirante cuando menos, que harto lo merecías cuando fuiste a la expedición de África y me trajiste aquellas cuentas azules que, con los collares de los indios, me sirvieron para adornar la.

Lo que cuesta en el despacho: el amo ha pedido tres a un concejal y me ha cedido una. ¡Todos los pillos tienen suerte! Mucha risa; mucha algazara. La conversación rueda después acerca de las probabilidades que Frascuelo tiene de echar la pata a Lagartijo: los toros eran de Veraguas, se podían lidiar con franqueza; sin riesgo; y el matador «se las tiraría de plancheta» como acostumbraba, sin...

Calló un momento, herido por aquella frase cruel. Luego dijo con humildad, acercándose á ella: Sabes que soporto todo cuanto quieras... hasta una bofetada en medio de la calle... Te quiero tanto, ¡tanto! que si me mandases tirarme por la muralla, me tiraría... si se te antojase la cruz de la custodia, iría á robarla para ti... Pero hay cosas que hieren más que una bofetada, más que una puñalada en el corazón... Te ruego, por tu salud y por la de tu madre, que no me des más celos... Mira que me estás quitando la vida...

Bettina besó con cariño a su hermana; luego quedose con la cabeza apoyada amorosamente sobre el hombro de Zuzie. Pero si estuvierais cansada de tenerme a vuestro lado, si tuvierais apuro de veros libre de , ¿sabéis lo que haría? Pondría en una canastilla el nombre de dos de estos señores, y tiraría a la suerte. Hay dos que, a decir verdad, no me serían absolutamente desagradables. ¿Cuáles son?

No cuadró, mujer, que lo demás.... También no te gustarían los que se te pusieron delante, porque hay hombres que se tiraría uno a la bahía por ellos, y otros que ni forrados de onzas.... Y a veces los que le chistan a uno no se dan por entendidos.... Y al fin y al cabo, hija, ¿qué se gana con vivir mártir? Nadie cree en la dinidá de una pobre. ¿Y por qué ha de ser así? ¡Esa no es ley de Dios!

Don Víctor sintió que el ánimo aflojaba, no por amor a la vida propia, que no creía en gran peligro ante don Álvaro, sino por miedo a los remordimientos. Cuando supo lo de las pistolas, resolvió no matar a su contrario. «Le dejaría cojo. Tiraría a las piernas. El otro no era probable que le hiriese a él tirando a veinte pasos; tendría que ser por una casualidad».