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Seguramente, ésta no es del tipo resignado... En su humor agresivo y autoritario, adivinaba yo una rabiosa recalcitrante. ¿Pero cómo cerciorarme? Sin adivinar el precipicio que se abría ante mis pasos, me lancé inocentemente en la pelea preguntando a la Bonnetable si estaba satisfecha de haber permanecido soltera. ¡Dios mío, qué éxito!...

El del agosto, que por la pureza clásica de sus líneas recuerda el famoso lienzo de Los segadores de Leopoldo Robert, se aparta de él hondamente por el ardor del colorido y por la embriaguez naturalista que le convierte en acabadísimo tipo de geórgica moderna.

El señor Marqués, hombre muy instruído y versado en nuestra literatura, atribuye á Tirso de Molina, en su Burlador de Sevilla, la creación del tipo del famoso héroe popular, investigando su genealogía dramática, desde El infamador, de Juan de la Cueva, hasta nuestros días.

, esas oportunidades le habían permitido mantener la conciencia de su paciente en un estado de irritación constante, no para curarle por medio del dolor, sino para desorganizar y corromper su sér espiritual. Su resultado en la tierra sería indudablemente la locura; y más allá de esta vida, aquel eterno alejamiento de Dios y de la Verdad, del que la locura es acaso el tipo terrestre.

Los trabajos del señor Caro imponen respeto, y es precisamente en nombre de ese sentimiento, porque, después del elogio sincero y altísimo, quiero consignar la impresión ingrata que me han dejado algunas de sus páginas. El señor Caro es en política, en religión y en literatura, el tipo más acabado del conservador, dando a esa palabra toda la extensión de que es susceptible.

Ello es que la lentitud de espíritu del paisano frances tiene su compensacion en la malicia calculadora, la desconfianza, casi mas intencional que instintiva, y el conocimiento práctico de sus intereses individuales. No hay tipo mas personal, mas individualista que el paisano frances.

Entre los numerosos ejemplares del tipo del padre que desea colocar a sus niñas, ninguno más vehemente que don Manuel Pardo, en cuanto a la voluntad, pero ninguno más reservado en el modo y forma.

Reginaldo vino por fin a reunirse conmigo, y entró exclamando: «Este hombre es un tipo de lo más original que puede darse, por no decir otra cosa. ¡Conque a me ha invitado a tomar whisky con soda... en la casa de Blair!

Porque él jugaba en la Bolsa, , señor, convencido de que la carrera de abogado no le sacaría nunca de pobre, y de que, después de mucho romperse la cabeza, alcanzaría un título, que no sirve de otra cosa, que para adorno del apellido, y se vería obligado a mendigar un empleo, que no conseguiría sino a fuerza de hacer antesala a mucho tipo con influencia y sin educación, y de gastar saliva y paciencia.

¿Por quién lo dice usted, por don Carlos? preguntó Martín. . ¿Usted también cree que no es hombre de talento? ¡Qué va a ser! Es un tipo vulgar sin ninguna condición. Luego, no tiene idea de nada. Hablé con él cuando el bombardeo de Irún, y no se puede usted figurar nada más plano y más opaco. Pues no lo diga usted por ahí, porque le hacen a usted pedazos.