United States or Cook Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Penetrado en parte de esta idea y en parte infinitamente más grande de la emoción que le produjo la inesperada ternura de su novia, repuso con acento conmovido: Escucha, María..., ya sabes que yo no soy ni he sido nunca un incrédulo... Es verdad que he mirado con cierta tibieza las prácticas religiosas, pero también debes saber que éste es un vicio frecuente en los jóvenes y particularmente entre los militares... Por lo demás, te lo digo con toda la sinceridad de mi alma, jamás me ha abandonado la fe que mi santa madre me inculcó en la niñez.

Alguna vez, al refugiarse en el cuarto del teatro, contemplando a solas su gallarda figura ante el espejo, sintió deseo de riqueza; quizá, ebria de adulaciones, resplandores y músicas, soñó despierta con la realidad del amor, mas ni el fantasma del lujo ni la tentadora voz de la Naturaleza lograron rendirla, porque se sentía humillada de no despertar en los hombres más que la misma impureza que les inspiraban aquellas de sus compañeras, viciosas o hambrientas, que se vendían por un traje o se prostituían por una joya. ¿Era esto castidad ingénita, frío cálculo, tibieza de sangre o señal de orgullo?

Mire usted decía el viejo yo no cómo soy, pero sin creerme un Tenorio, siempre he sido afortunado en mis tentativas amorosas; pocas veces las mujeres con quien me he atrevido a ser audaz, han tomado a mal mis demasías... pero debo decirlo todo: no por qué tibieza o encogimiento de carácter, por frialdad de la sangre o por lo que sea, la mayor parte de mis aventuras se han quedado a medio camino.... No tengo el don de la constancia.

Trató, además, de hacerse superior a su pena y de ver olvidaba a Juanita, o al menos si seguía queriéndola con calma y con cierta tibieza, a fin de esperar sin impacientarse que Dios mejorase las horas, ya que la esperanza es lo último que se pierde en esta vida.

San Fernando se dice este parage, se tuvo notícia de riqueza: Mas era tan enfermo el estalage, Que cobran los soldados gran tibieza. Dejaron á esta causa su viage, Que promete sacarlos de pobreza: Que la piel por la piel el mentiroso, Nos dijo, que el hombre y el reposo.

Ruje de los arcabuces la detonación siniestra y ante sus fuegos los indios de vacilación dan muestra; más, prestos, cual si escuchasen amenazadora arenga, con nuevo aliento sacuden la momentánea tibieza, y los que detrás combaten cierran sin temor las brechas en que rompe el plomo hirviente las avanzadas hileras, y no cede de los indios la pertinaz resistencia, y van pasando las horas, y aquella humana barrera si cien veces viene al suelo otras cien se alza más recia.

Vivía retirado de la corte desde la muerte del rey, a quien había servido en la guerra de la Independencia. Había un poco de tibieza entre el marqués y su yerno, a quien el primero acusaba de condescender demasiado con las ideas del siglo.

Pero él, bondadoso, agradecido, con notable afecto hacia , porque yo no puedo ni quiero quejarme de su tibieza ni de su egoísmo, siempre me consideró como a una buena mujer, aunque harto ligera, y ese amor verdadero, ese apretado lazo de unión completa e indisoluble entre dos corazones humanos, jamás imaginó que pudiera enlazar su corazón con el mío.

Si las señoras de nuestro tiempo se quejan, pues, de la tibieza y hasta de la frialdad de los hombres, atribúyanlas principalmente á la libertad de que gozan, siendo, por tanto, el medio más seguro de inspirar á los enamorados ese ardor fogoso, volver ellas de nuevo á su antigua esclavitud.

Tal vez fué por seguir maquinalmente á unos pájaros que desde la salida del sol estaban gorjeando en los aleros de Villa-Sirena, engañados por la tibieza de un día primaveral en pleno invierno. Miró por una ventana de su dormitorio. El Mediterráneo, sin una sola vela, se extendía, largamente ondulado, hasta juntarse con el cielo.