United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


He contado esta nimiedad tan íntima, tan personal, a guisa de ejemplo, para demostrar que no debe mantenerse contradicción en cosas sin importancia. Una herida de amor propio tarda mucho en curarse; quizá no cicatriza bien nunca. Queda siempre un sordo resentimiento. Y el resentimiento la misma palabra lo dice es el sentimiento más terne, más perenne, de más triste duración.

La popular frase transcripta encierra las principales virtudes de la mujer: la bondad, la resignación, el avenimiento a todas las circunstancias, la tolerancia, la encantadora docilidad. Defecto grave en la mujer es tener un espíritu contradictor, una voluntad terne, un carácter terco. A la mujer no debe costarle ceder. La testarudez es buena y honrosa en los generales que defienden un fortín.

Contestaba con secos monosílabos á las reflexiones de aquel terne, que ahora las echaba de bonachón; y si hablaba, era para repetir siempre las mismas palabras: ¡Pimentó!... ¡Tórnam la escopeta! Y Pimentó sonreía con cierta admiración. Le asombraba la fiereza repentina de este vejete, al que toda la huerta había tenido por un infeliz. ¡Devolverle la escopeta!... ¡En seguida!

Me tocó en lo vivo la salvedad del mozón, que no estaba fuera de lo prudente ni dejaba de venir al caso, y me la eché de terne, preguntándole con brío bastante forzado: ¿Qué armas hay que llevar? Pos la escopeta con cartuchu de bala, y güen acopiu de eyus; el cochillón de monti por si es casu... ¿Crees que podrá hacer falta, eh?

Y pienso q. su Ex.^a no atribuirá a otra causa el no auer acudido con mis lágrimas. A V. m. le terné vn libro para quando en buen hora venga por acá, en demostracion de mi amor, y por lo q. veo q. ama la lengua española. Serui.^or de V. m. Ant. Perez. Estas dos cartas XVI y XVII aluden á la muerte de la mujer del Condestable Montmorency, que ocurrió repentinamente el año 1598.

De esta vez decía el cura de Boán, viejo terne y firme, que echaba fuego por los ojos y gozaba fama del mejor cazador del distrito después de Primitivo , de esta vez los fastidiamos, ¡quoniam! Nucha no asistía a las sesiones del comité. Se presentaba únicamente cuando las visitas eran tales que lo requerían; atendía a suministrar las cosas indispensables para el perenne festín, pero huía de él.

222 otra vez en un boliche estaba haciendo la tarde; cayó un gaucho que hacia alarde de guapo y peliador; a la llegada metió el pingo hasta la ramada, y yo sin decirle nada me quedé en el mostrador. 223 Era un terne de aquel pago que naides lo reprendía, que sus enriedos tenía con el señor comendante; y como era protegido, andaba muy entonao, y a cualquier desgraciao lo llevaba por delante.

Yo domino de todas la arrogancia, conmigo no hay Sagunto ni Numancia... Y con airecillo de terne y de conquistador, siguió sin más circunloquios a la costurera hasta la puerta del entresuelo. La llave era dura, y el mocito, a fuer de cortés, no podía permitir que la niña se maltratase la mano.

Juan entró. La salida de aquel señor le produjo en un instante dos sentimientos distintos que se sucedieron con brevedad. El primero fue algo de enojo, el segundo satisfacción de que el acaso le proporcionase un buen apoyo para el rompimiento que deseaba... «Me parece que yo conozco a este señor tan terne.

Condestable q. pienso ser allá vn dia desta semana, porq. he tenido cartas de España, y me instan mucho a q. llegue con breuedad a gozar de la permision q. su Mag.^d me ha dado por su benignidad y real ánimo, y mas le diga V. m. q. si no hallare posada, le suplicare me mande dar vna camera en su casa de Fontanableau, q. quanto menor será meyor por el tiempo, y q.^e cama yo me la terné.