United States or Northern Mariana Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Confieso que le he ofendido gravemente... Fue un momento de obcecación... una tentación del demonio... Pero yo siempre le he querido... y le quiero... No tengo inconveniente en humillarme, en pedirle perdón de rodillas... Ya ve usted, padre, si no le quisiera no me humillaría... ¡Me horroriza la idea de no obtener su perdón, de morir lejos de él sola, maldita! ¡Ah, qué porvenir tan espantoso!... Si mucho he pecado, crea usted que mucho he padecido en estos últimos tiempos...

Entonces sentía Rafaela grandes veleidades de plantarle; pero, como era caritativa y estimaba además como gloriosa producción de su ingenio y de la energía de su voluntad todos los progresos y mejoras de un espíritu cultivado por ella, resistía a la tentación de plantar a Arturito.

Ese dinero que los atrae a todos con una tentación tan fuerte; ese dinero lo aterra a él, y lo desespera... porque no es como los demás, porque... Cuidado, querida, si os engañarais... ¡Oh! no, no, yo, no me engaño.

¿No sabe usted respondió esta riendo el refrán «el que tiene hijos al lado, no morirá ahitado»? Don Federico, lo que ellos comen, me engorda a . Momo, que estaba al lado de este grupo, retiraba su plato, para que no cayesen sus hermanos en tentación de pedirle de lo que contenía. Su padre que lo notó, le dijo: No seas ansioso, que es vicio de ruines; ni avariento, que es vicio de villanos.

Como que de la multa de diez ducados que nos sacan, dan dos al acusador; y están los tiempos tan malos... las gentes dan en la tentación... ¡si se llevaran quince millones de demonios al duque de Lerma!... Cuando el hostelero se atrevió á decir estas palabras, había ya cerrado la puerta y estaba bien adentro de su casa.

La conciencia le recordaba, entretanto, la absoluta reprobación de la Iglesia contra las artes ocultas y todo linaje de adivinaciones; pero su voluntad, mordida por la tentación y ansiosa de triunfar a todo trance en el mundo, clamaba por el prodigio.

Así que, me iré muy a la mano en estas y en todas las materias, y antes de pronunciar que hay una sola cosa reprensible, veré cómo y cuando, y a quien lo digo, asegurando desde ahora que no qué ángel malo me inspira esta maldita tentación de reformar, y que entro en esta obligación con la misma disposición de ánimo que tiene el soldado que va a tomar una batería.

Después se sentó en una mecedora junto a su tocador, en el gabinete, lejos del lecho por no caer en la tentación de acostarse, y leyó un cuarto de hora un libro devoto en que se trataba del sacramento de la penitencia en preguntas y respuestas. No daba vuelta a las hojas. Dejó de leer. Su mirada estaba fija en unas palabras que decían: Si comió carne...

Si es escudo a todos los que en ella ponen su esperanza, espada con que el Apóstol arma al Cristiano para defenderse y ofender a sus enemigos en toda suerte de tentación, desarmado y por consiguiente vencido y muerto de mano del diablo lo quiere, quien se la quita que no la tenga tan copiosa y tan a la mano, cuanto son muchas y continuas sus tentaciones.

Consistió el orgullo en no tener miedo de caer en la tentación y en atreverse a arrostrar los peligros, y consistió la caridad misericordiosa en admirarse del cambio repentino de aquella mujer pecadora, en compadecer el dolor agudo y tremendo que para la conversión la había apercibido, y en la irresistible simpatía de que se dejó vencer, yendo a tratar con ella de cosas del espíritu y a darle amistad pura y grato consuelo.