United States or France ? Vote for the TOP Country of the Week !


Todo es allí curioso, en términos que se siente la tentacion de comprar de todo para llevar un museo andaluz. En cuanto á , las impresiones fueron tan vivas que conservo mi museo en la memoria. Sevilla me ha quedado tan vivamente grabada en la imaginacion como si hubiera pasado allí mucho tiempo. La Catedral. El Alcázar. La Lonja. El Museo de pinturas. La Universidad. La Casa de Pilatos.

No hubo un solo día que no esté señalado por alguna tentación grande o pequeña, ni un minuto al cual no corresponda un latido de mi corazón, un escalofrío, una esperanza, una decepción.

Eso mismo fue lo que hice yo aquella noche, así que hubo vencido la tentación; y, mientras me iba quedando dormido, pensaba para mis adentros: No, no; ninguna mujer te hará ser infiel a tu catre duro y estrecho de soltero... Aun cuando se llame Yolanda, y aun cuando sea de la sangre más noble y pura que haya puesto Dios sobre la tierra... ; esa menos que cualquier otra... Porque... ¡quién sabe!...»

Y Ferpierre, viendo que ya en las páginas siguientes no hablaba del drama, se detuvo una vez más, para meditar lo que había leído. Entre aquellas dos almas se había insinuado la tentación; pero quien la había acogido ¡era el hombre, no la mujer!

Una hora después, Tòni volvía á entrar en la gran cámara, llevando en una mano la carta abierta. No había podido resistirse á la tentación de violar su secreto, temiendo que la generosidad de Ferragut resultase excesiva, inadmisible. Protestó, tendiendo hacia Ulises el cheque extraído del sobre. ¡No puedo aceptar!... ¡Es una locura!...

Aléjase Diego arrepentido; pero entonces el mismo Don Gil, que desde fecha muy anterior lucha con el amor á Lisarda, sucumbe de pronto á la tentación: se aprovecha de la escala arrimada á la ventana; entra dentro, y, en lugar de Don Diego, se precipita en los brazos de la bella Lisarda.

Y volvía De Pas, para evitar mayores males, a sus precauciones, que eran el contento de Teresina, lo que ella creía con orgullo su victoria. Ana también tenía su secreto. Su piedad era sincera, su deseo de salvarse firme, su propósito de ascender de morada en morada, como decía la santa de Ávila, serio; pero la tentación cada día más formidable.

Fundada en 1606 por uno de los antiguos Electores del pais, Mannheim tuvo la desgracia de ser fortificada desde su orígen, es decir, de ser una tentacion para los enemigos en las guerras internacionales. Así, las de Luis XIV le fueron funestas, y un general frances muy expeditivo la destruyó completamente. Reedificada ya del todo en 1794, fué luego presa de Franceses y Austríacos sucesivamente.

Antes la tentación era bella por el contraste, por la hermosura dramática de la lucha, por el placer de la victoria; ahora no era más que formidable; detrás de la tentación no estaba ya sólo el placer prohibido, desconocido, seductor a su modo para la imaginación; estaban además el castigo, la cólera de Dios, el infierno.

En tiempos anteriores a la Revolución, se trató de eso. Si Vd. no quiere molestarse, o sus ocupaciones se lo impiden, podría yo tomar algunas notas y dárselas. Al señor de Ágreda un sudor se le iba y otro se le venía: aquello era como si en las calles se esperase ya su discurso. Las palabras de Pepe tenían algo de aura popular y mucho de tentación.