United States or Canada ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ya veréis cómo no vuelve a salirme nada bien hasta el día de San Silvestre. ¡Brrr! tengo frío en la espalda. ¡Pobre mujer! dijo el mayordomo . Ha tenido cientos y miles y ya la veis ahora... ¿Quién creería que es una duquesa? Es que el vagabundo de su marido se lo ha comido todo. ¡Un jugador! ¡Un hombre que no piensa más que en comer!

Los principios de Mayo conculcados, Los derechos del hombre pisoteados, Sin que pueda decir: «yo tengo un pan»; Un pueblo destinado al sacrificio Sobre el horrendo tajo del suplicio Que sangre pura destilando está.

Y es que no me arriesgo, tengo miedo, y no aprovecho las buenas series como deben aprovecharse, doblando, siempre doblando. Temo que un golpe se lo lleve todo. ¡Si tuviese capital para trabajar!... ¡Si entrase en el Casino una tarde con ciento cincuenta ó doscientos mil francos!... Así hay que ir para dominar á la suerte.

Sólo tengo presente lo que pasé después, estando los dos sentados, frente a frente, aunque con cerca de dos varas de alfombra de por medio; y lo que pasó dio principio en la siguiente forma, palabra más o menos: » Anteanoche le dije, sin pararme a disimular la repugnancia con que abordaba aquel asunto me insinuó usted ciertos propósitos...

Escuchad, queridas amigas, tengo un plan: podemos partir inmediatamente en busca de nuestros maridos. ¡Pero el camino es tan largo y estamos tan cansadas! ¡Tengo los nervios tan excitados! ¡Es natural! ¡Hemos pasado una noche tan horrible! CLEOPATRA. Por eso os propongo que descansemos aquí un par de días. Esto no nos comprometerá a nada.

»¿De dónde proviene esa sorpresa? continuó: ¿no le tengo dicho hace algunos años que no sería en balde la protección que me dispensaba? »No teníamos tiempo que perder.

Deseo hacerte comprender las vacilaciones de mi espíritu, y de qué suerte, con incesantes alternativas, paso de la tranquilidad apacible al dolor desesperado. Nunca engañé, ni ofendí, ni robé, ni herí a nadie. En nada de esto pequé ni tengo de qué arrepentirme. En ocasiones, la fe perdida renace en .

Yo tengo muchos, pero no miro á uno siquiera. Pococurante, ántes de comer, mandó que le dieran un concierto: la música le pareció deliciosa á Candido. Bien puede este estruendo, dixo Pococurante, divertir cosa de media hora; pero quando dura mas, á todo el mundo cansa, puesto que nadie se atreve á confesarlo.

Y, vive Dios, señora, que contento estoy, porque, al fin, de lo que habéis dicho aparece que yo puedo contentaros en algo, y ponerme en ocasión de que sepáis que para vos tengo yo toda la sangre que late en este corazón que os adora.

Pues bien, siempre que no sea malo acortar el nombre sería mucho más cómodo. Entonces, voy a marcharme, maese Marner, y hablaré del bautismo antes de la noche. Os deseo mucha suerte y tengo confianza en que así será, si cumplís con vuestro deber para con la pequeña huérfana... Además, hay que pensar en hacerla vacunar.