United States or Slovakia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En cuanto la monja salió, alzóse vivamente. Y sacando unas tijeras, cortó un mechón de cabellos de la cabeza de su cuñado, que ocultó en el seno. Cortó después de los suyos otro, y temblorosa y agitada, lo metió entre las manos cruzadas del cadáver. Luego le contempló un instante. Y bajando la cabeza, cubrió de besos aquel rostro inanimado. Los primeros y los últimos que le daba.

Por esa influencia magnética que los ojos poseen y que todos han podido comprobar, nuestra dama no tardo mucho tiempo en volver los suyos hacia el sitio donde el joven vibraba rayos de admiración apasionada. Tornó a nublarse su rostro; volvió a advertirse en sus labios un movimiento de impaciencia, como si el pobre chico la injuriase con su adoración.

Encontró cadáveres por todas partes: pero éstos no vestían el uniforme verdoso. Habían caído muchos de los suyos en la ofensiva salvadora.

Enfermo y sin un oficio para ganarse la vida, imposibilitado de pedir trabajo en las imprentas, porque su nombre tenía cierta aureola que aterraba a los patronos, Gabriel cayó en la miseria, sin que le bastasen los auxilios con que le socorrían los compañeros. Fue de un extremo a otro de la Península, mendigando entre los suyos y ocultándose de la policía. Su ánimo decayó.

6 Entonces el rey y los suyos fueron a Jerusalén al jebuseo que habitaba en la tierra; el cual habló a David, diciendo: no entrarás acá, si no echares los ciegos y los cojos; pensando: No entrará acá David. 7 Pero David tomó la fortaleza de Sion, la cual es la ciudad de David.

Acaso no sea posible volver a verle hasta el próximo equinoccio de la misma estación, y ya para entonces el Príncipe tártaro me le habrá muerto. El Príncipe tártaro le matará en cuanto reciba la carta de su padre, y ya ha salido a buscarla con cuarenta de los suyos.

Despidiéronse muy gozosos, y Fortunata se retiró con la mente hecha a aquel orden de ideas. ¡Un hogar honrado y tranquilo!... ¡Si era lo que ella había deseado toda su vida!... ¡Si jamás tuvo afición al lujo ni a la vida de aparato y perdición!... ¡Si su gusto fue siempre la oscuridad y la paz, y su maldito destino la llevaba a la publicidad y a la inquietud!... ¡Si ella había soñado siempre con verse rodeada de un corro chiquito de personas queridas, y vivir como Dios manda, queriendo bien a los suyos y bien querida de ellos, pasando la vida sin afanes!... ¡Si fue lanzada a la vida mala por despecho y contra su voluntad, y no le gustaba, no señor, no le gustaba!... Después de pensar mucho en esto hizo examen de conciencia, y se preguntó qué había obtenido de la religión en aquella casa.

En las horas de tristeza, proyectaba entretener su actividad elevando un mausoleo enorme, todo de mármol, en la Recoleta, el cementerio de los ricos, para trasladar á su cripta los restos de Madariaga, como fundador de dinastía, siguiéndole él, y luego todos los suyos, cuando les llegase la hora. Empezaba á sentir el peso de su vejez.

Llamó el encargado a Remigio y éste les manifestó que eran vecinos suyos y vivían en la calle de Lavapiés. El padre era viudo, de oficio sillero y no tenía más hija que ésta. La muchacha estaba aprendiendo a peinar. Buena gente. El sillero un infeliz. La chica muy trabajadora y muy recatada, pero con un genio de dos mil diablos.

Las cartas despachando muy de presto, Con los suyos se queda allí alojado, Que adelante pasar no se podia, Que la tierra de aguas se cubria.