United States or French Guiana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y como ahora los generales ya no se sublevan, porque tienen todo lo que quieren, y cuidan en lo alto de halagarles, aleccionados por la Historia, ¡se acabó la revolución! Los que trabajan por ella sudan y se fatigan con tanto éxito como si sacasen agua en espuertas... ¡Saludo a los héroes desde la puerta de mi retiro!... pero no doy ni un paso para acompañarles.

Expresar el cúmulo de pensamientos amargos, de sensaciones sin nombre que sublevaban mi alma y que sublevan aún la imagen próxima de esta odiosa y desigual alianza, no lo podré, ni lo osaré jamás. El amor verdadero tiene algo de sagrado, que imprime un carácter sobrehumano á los dolores como á las alegrías que nos da.

Hombre, eso es importantísimo dijo Malespina , aunque no me coge de nuevo, porque ya tenía noticias detalladas de este suceso. ¿Que los franceses se sublevan contra Bonaparte? dijo la Marquesa . Dios les habrá tocado el corazón. Pero oigan ustedes estotra noticia añadió el artillero : «Toledo, 4.

Creen que van á pasar el tiempo fumando en la orilla del mar, como parisienses de veraneo, y se sublevan cuando ven las cuadras, los dormitorios en que duermen encadenados, los vigilantes revólver en mano... ¡Oh! Cuando se portan bien, la administración es paternal con ellos.

En seguidita va a salir... ¡Mire usted qué mono! añadió dirigiendo los ojos al otro extremo del patio, donde conversaban, al lado del piano, el cura y su discípula. Allí está don Alejandro hecho un caramelo con Elena. ¡De todos los gorros, los que más me sublevan son éstos de iglesia! Voy allá ahora mismo. Y partió como una saeta hacia ellos.

Cuando surgieron los inevitables resultados de la desigualdad social, ella no quiso renunciar: fue una de esas naturalezas nobles que se sublevan contra los prejuicios del mundo, aun a riesgo de sufrir todas las amarguras de su rebelión, y cayó vencida. ¿A quién puede culparse?

Flimnap le contó el otro día, según creo, que los hombres ya no se muestran tan cobardes como al principio de la dominación femenina. Se sublevan contra el despotismo de las mujeres; quieren una existencia propia; desean «vivir su vida», como dicen los muchachos más rebeldes.

Se nutre de absenta y de hiel; el comercio de los hombres se le ha hecho odioso; la sucesión de las horas le fatiga; los cuidados minuciosos que constituyen su obsesión le importunan y le sublevan; sus propias facultades son una carga para él, y maldice, como Job, el instante en que fue concebido.

Si queréis averiguar cómo no se sublevan estos hombres y no se desencadenan contra el que no les da nada en cambio de su sangre y de su valor, preguntadle a don Juan Manuel Rosas todos los prodigios que pueden hacerse con el terror. ¡El sabe mucho de eso! ¡No sólo al miserable gaucho, sino al ínclito general, al ciudadano fastuoso y envanecido se le hacen obrar milagros! ¿No os decía que el terror produce resultados mayores que el patriotismo?

Mi padre y multitud de parientes mios por todos los cuatro costados han servido desde muy antiguo en la Marina española. Renegaría yo de mi casta si denigrase á los marinos. Pero con todo eso declaro que me sublevan y enojan los que pretenden poner á los marinos y á los militares de tierra por cima de toda censura de los paisanos, fundándose en que ignoramos sus artes.