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Secundábale Herrera Barnuevo con la pesadísima decoracion de la capilla de S. Isidro de Madrid. Todavía sin embargo se conservaban enteras las cornisas y se miraban con cierto respeto las líneas rectas; pero vino Donoso en el reinado infeliz de Cárlos II, con su claustro de Sto. Tomás, con su iglesia de la Victoria, con sus fachadas de la Panadería y de la iglesia de Sta.

Desde este se registra cómodamente la obra antigua con su alero de canes carcomidos, y el ábside octógono que forma la capilla de Nuestra Señora del Rosario, del siglo XV. Nada mas gracioso que la combinacion de nervios de la bóveda de esta capilla, cuya forma de estrella cuadra tan perfectamente á una de las advocaciones mas ideales que á Nuestra Señora su santa letanía. Los padres de Sto.

No hay en la decoracion de esta capilla una línea recta en que pueda reposar la vista: todas aparecen ondulosas, disfrazadas, interrumpidas, como si las mirase uno por un vidrio lleno de visos. Su bóveda, sus paredes, su gran retablo, sus altares de Sto.

Plácido no quería: por dos menos no cierran una clase de más de ciento cincuenta. Se acordaba de las fatigas y economías de su madre que le sustentaba en Manila privándose ella de todo. En aquel momento entraban por la brecha de Sto. Domingo. Ahora me acuerdo, exclama Juanito al ver la plazoleta delante del antiguo edificio de la aduana; ¿sabes que estoy encargado para recoger la contribucion?

La joven estaba resplandeciente de hermosura: todos se paraban, los cuellos se torcían, se suspendían las conversaciones, la seguían los ojos y doña Victorina recibía respetuosos saludos. Paulita Gomez lucía riquísima camisa y pañuelo de piña bordados, diferentes de los que se había puesto aquella mañana para ir á Sto. Domingo.

Entonces todas las provincias acudieron al rey con donativos, y entre el cabildo de Córdoba y su obispo le dieron 1000 fanegas de trigo y gran cantidad de dinero. A 10 de diciembre consiguieron las armas reales la famosa victoria de Viruega, que mudó el semblante de la guerra y aseguró á Felipe V la corona. Se hicieron obras de consideracion en la capilla de Villaviciosa: se hizo altar á Sto.

Tomás el conocimiento de presencia ó de conciencia contenido en la proposicion, yo pienso; y el general que es el que se saca del acto mismo intelectual en sus relaciones con la unidad del sujeto que lo ejerce: este último conocimiento tiene algo de abstracto, de indeterminado, nadie lo niega; y cuando Kant nos lo hace notar, no nos dice nada que no hubiese enseñado el Sto.

El P. Millon profundizaba la ciencia, conocía la Física de Aristóteles y la del P. Amat; leía atentamente el Ramos y de cuando en cuando echaba un vistazo al Ganot. Con todo, sacudía muchas veces la cabeza con aire de duda, sonreía y murmuraba: transeat. En cuanto á Química, se le atribuían poco vulgares conocimientos desde que, fundándose en un dicho de Sto.

Domingo y Sta. Catalina de Sena, el Niño Jesús, San Francisco de Asís y Sto.

Estimulados por la curiosidad hemos acudido á las religiosas de Madre de Dios y su priora actual la R. M. Sor Sto. Domingo bondadosamente nos ha facilitado el exámen del Libro de Caja que empieza en 1791 y dos de Manuales de los años siguientes, en que constan todos los gastos que hacía el monasterio.