United States or Uruguay ? Vote for the TOP Country of the Week !
Cuando quería marcharse, besos prietos y tercos, en que la húmeda tersura de los labios palpitaba con deliciosa laxitud, queriendo sorberle el alma. Nada de grosería ni lujuria. Estos besos eran el maravilloso límite que separa lo físico de lo inmaterial. Las bocas se unían como si tuvieran vida propia, e independiente del resto del cuerpo.
Mientras torrentes de luz roja y azul le daban matices fantasmagóricos, revoloteaban a su alrededor, electrizados por su voz aguda y dominante, los enormes murciélagos hambrientos, ávidos de sorberle la sangre bajo su piel pintada y sudorosa. Pronto se cansó el público parisiense de Catalina y sus vampiros.
Capaz era de sorberle la vida y destrozarle la salud a fuerza de pedirle amor; pero también tenía en el alma un tesoro de cariño, donde, como en un Jordán, podían purificarse sus caricias y sus besos. De esta suerte, entre avivar recuerdos y esperanzas con espejismos del deseo, se le fue pasando el tiempo.