United States or Bahrain ? Vote for the TOP Country of the Week !


El bizarro y extraño nombre de Socarrao me admiraba algo, y de ello se apercibió el pescador. Son motes, caballero; apodos que aquí tenemos lo mismo los hombres que las barcas. Es inútil que el cura gaste sus latines con nosotros; aquí, quien bautiza de veras, es la gente.

Todo el vecindario de Torresalinas se reía á aquellas horas, celebrando el chasco, y aun hubiera reído más, viendo, como yo, la cara que ponía aquella gente al encontrar por todo cargamento unos cuantos bultos de tabaco malo. ¿Y qué pasó después? pregunté al viejo. ¿No castigaron á nadie? ¿Á quién? Únicamente podían castigar al pobre Socarrao, que quedó prisionero.

El cañonero envió un bote armado y saltaron á tierra no cuántos hombres con fusil y bayoneta. El contramaestre, que iba al frente, juraba furioso mirando á El Socarrao y á los carabineros, que se habían apoderado de él.

Un hermano mío tiene la barca más hermosa de toda la matrícula; la bautizamos con el nombre de mi hija: Camila; pero la pintamos de amarillo y blanco, y el día del bautizo se le ocurrió decir a un pillo de la playa que parecía un huevo frito. ¿Querrá usted creerlo? Sólo con este apodo la conocen. Bien le interrumpí ; pero ¿y El Socarrao?

Su verdadero nombre era El Resuelto; pero por la prontitud con que maniobraba y la furia con que acometía los golpes de mar, dieron en llamarle El Socarrao, como á una persona de mal genio... Y ahora vamos á lo que le ocurrió á este pobre Socarraíco hace poco más de un año, la última vez que vino de Orán.

Su verdadero nombre era El Resuelto, pero por la prontitud con que maniobraba y la furia con que acometía los golpes de mar, dieron en llamarle El Socarrao, como a una persona de mal genio... Y ahora vamos a lo que le ocurrió a este pobre Socarraíco hace poco más de un año, la última vez que vino de Orán.

Confieso que temblamos un poco. Nos veíamos cogidos, y ¡qué demonio! ir a la cárcel como un ladrón por ganar el pan de la familia es algo más temible que una noche de tormenta. Pero el patrón de El Socarrao es hombre que vale tanto como su barca. Chicos, eso no es nada. Sacad la vela nueva. Si sois listos no nos cogerán. No hablaba a sordos, y como listos no había más que pedirnos.

Todo el vecindario de Torresalinas se reía a aquellas horas, celebrando el chasco, y aún hubiera reído más, viendo, como yo, la cara que ponía aquella gente al encontrar por todo cargamento unos cuantos bultos de tabaco malo. ¿Y qué pasó después? pregunté al viejo . ¿No castigaron a nadie? ¿A quién? Únicamente podían castigar al pobre Socarrao, que quedó prisionero.

Este falucho dijo acariciándole con una palmada el vientre seco y arenoso es El Socarrao, el barco más valiente y más conocido de cuantos se hacen al mar desde Alicante a Cartagena. ¡Virgen Santísima! ¡El dinero que lleva ganado este condenao! ¡Los duros que han salido de ahí dentro! Lo menos lleva hechos veinte viajes desde Orán a estas costas, y siempre con la panza bien repleta de fardos.

Miró el viejo a todos lados, y convencido de que estábamos solos, dijo con sonrisa bonachona: Yo iba en él, ¿sabe usted? Esto no lo ignora nadie en el pueblo; pero si yo se lo digo es porque estamos solos y usted no irá después a hacerme daño. ¡Qué demonio! Haber ido en El Socarrao no es ninguna deshonra.